jueves, 10 de febrero de 2011

1934 16.ª edición del Gran Premio de Madrid

EL GRAN PREMIO DE MADRID LO GANA BOBI, DE APURADA MANERA



RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de Legamarejo
Domingo 1 de julio de 1934
Gran Premio de Madrid
Para caballos y yeguas de tres años en adelante. Pesos: tres años, 51 kilos; cuatro años, 59 kilos; cinco años o más, 60 kilos. Recargos: el ganador de un premio de 15.000 pesetas recargará 3 kilos; de varios de 15.000 o uno de 30.000 pesetas, 5 kilos. Descargos: los caballos que no hayan ganado un premio de 7.000 pesetas descargarán: a tres años, 2 kilos; a cuatro años o más, 4 kilos. Matrícula: 800 pesetas.
2.500 metros
30.000 ptas. - 5.000 ptas. - 3.000 ptas. - 2.000 ptas.
Copa donada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA

1.º BOBI - 52 kilos - C. Díez - M. Novella - Cuadra de don Fernando Plá Peñalver
2.º DARK HENARES - 47 kilos - J. Arcos - Cuadra de don Carlos Figueroa y Alonso-Martínez
3.º LIGHT LEGEND - 61 kilos - Leforestier - Cuadra de don Carlos Figueroa y Alonso-Martínez
4.º PANACHE - 55 kilos - E. Romera - Cuadra de don Luis Figueroa y Alonso-Martínez
5.º VIPATRIC - 54 kilos - V. Jiménez - Yeguada Valderas
6.º LAREDO - 45 kilos - Bermejo - Yeguada de Juenga
7.º REUS - 51 kilos - J. Perelli - Yeguada Nacional
8.º MISS B - 52,5 kilos - L. Belmonte - Yeguada de Montelirios
9.º ANDURIÑA - 55 kilos - A. Díez - Cuadra de don Juan Ceca
10.º SWEEPY - 53 kilos - Chavarrías - Cuadra de don Manuel Bermejo
11.º BARONESS - 49 kilos - M. Fernández - Cuadra de don Cristobal S. Russ
12.º AMOSANDA - 60 kilos - J. A. Díez - Cuadra de doña Casilda Figueroa de Ussía
13.º GRIFFIN - 43,5 kilos - Moltó - Yeguada Valderas
Tiempo: 2' 48'' 3/5
Distancias: cuello, ¾ c., 1 c.
Dividendos por duro apostado
Ganador: 8,50 - Colocados: 6 - 12,50 - 7

ARTICULOS PUBLICADOS POR LAS REVISTAS Y PERIODICOS DE LA EPOCA

ABC, martes 3 de julio de 1934

Convidaba la deliciosa temperatura que disfrutábamos el domingo a la excursión campera: Aranjuez ofrecía todos los atractivos para pasar una agradable tarde y en los diversos trenes que allí conducen, y en infinidad de automóviles, multitud de personas se trasladaron a lo que en tiempo fue posesión Real.
El Gran Premio de Madrid, era el gran aliciente, viéndose las espléndidas alamedas de lo que fue también hermosísimo hipódromo desbordadas de gente, pertenecientes a todas las clases sociales de la vida madrileña, dando el elemento femenino un nutridísimo contingente.
Tenía interés esta gran prueba porque en ella había de responder de manera terminante a la consagración de ejemplar de excepcional clase, que en continuas y brillantísimas actuaciones había llegado a alcanzar, el caballo de Fernando Plá BOBI y que la afición en masa, sin titubeo alguno, le había conferido y por las dudas que a menudo suscitaban el resultado de su encuentro con caballos de otra categoría, de aquellos contra los que hasta el momento había tenido como enemigos, iban a aclararse de una vez. La escala de pesos, por un lado, y la amplitud del campo, por otro, eran motivos más que suficientes para que el interés acreciera y por ello la carrera se nos presentaba aureolada de una emotividad como muy pocas otras la han tenido.
Trece participantes salen a la pista, y, previo el obligado desfile, se colocan bajo las órdenes del starter. Da éste la salida de la tan perfecta manera como viene realizándolo este modelo de jueces, y en compacto pelotón, en abigarrado grupo, de un efecto estético sorprendente, pasan por delante de las tribunas. GRIFIN Y MISS B marcan el tren y cerca LIGHT LEGEND; BOBI va dentro del pelotón, intentando pasar antes del recodo, sin que logre realizarlo. En la recta pasa primero la yegua de Figueroa, entrando fuerte DARK HENARES y PANACHE; BOBI se ve encerrado, verdaderamente taponado, casi sin salida posible. A unos sesenta metros de la meta DARK HENARES y LIGHT LEGEND eran los seguros ganadores; pero una amabilidad de ANDURIÑA (A. Díez), permitiendo la salida al hijo de CHOIX DE ROI del mal impass en que se hallaba, da ocasión a BOBI a mostrarse el potente caballo de siempre, y en esfuerzo supremo, en valiente lucha, logra sacar en la meta a DARK HENARES la ventaja de un cuello.
BOBI, el popularísimo caballo, fue objeto a su entrada en el peso de una unánime e imponente ovación, merecidísima, al hoy mejor ejemplar con que cuenta el deporte en España.
A tres cuartos de cuerpo del segundo entró LIGHT LEGEND y a un cuerpo PANACHE.
Estas distancias dicen con elocuencia lo emocionante que resultó la carrera y lo comprometido que anduvo el puesto de honor. Desde luego, para nosotros, resultó una prueba de gran regularidad.
El caballo BOBI respondió a su clase. Cuando se le solicitó, acudió; cuando se le pidió el esfuerzo, lo dió cumplidamente. Más era imposible exigirle.
El jockey carlos Díez estuvo a punto de perder la carrera, cosa segura si la amabilidad de Álvaro Díez hubiese faltado. No lo llevó bien. Debió tener muy presente que era una lucha muy dura la que se iba a entablar, y que el enemigo, todos los recursos permitidos había de emplearlos para intentar inutilizarle. La encerrona estaba en el ambiente, y ya en la recta de enfrente debió colocar el caballo en condiciones de que la estrategia no diera resultado, como siempre ha sabido hacer su hermano Álvaro. Encerrado ya en la recta, su situación no pudo ser más comprometida y de haber llevado un jockey DARK HENARES, BOBI pierde el Gran Premio, pues si ganó por un cuello, ¿qué menos ha de perderse en lucha final entre un jockey y un aprendiz?
Gran carrera la de DARK HENARES. ¡Si hubiese podido llevar encima a Michel!
LIGHT LEGEND ocupó su puesto, pereciéndonos también exacta la colocación de PANACHE.
Como impresión final podemos consignar que este Gran Premio ha sido uno de los más brillantes y emocionantes de cuantos en nuestros hipódromos hemos presenciado y de un justísimo resultado.
Tanto el propietario del caballo ganador como su entrenador, el modesto y trabajador Ceca, fueron felicitadísimos por el rotundo triunfo.

EL HERALDO DE MADRID, lunes 2 de julio de 1934

Jornada verdaderamente espectacular la de ayer en Legamarejo. En el programa de esta reunión, penúltima ya de la temporada de primavera, figuraba el Gran Premio de Madrid, dotado con cuarenta mil pesetas y a disputar por los mejores caballos de las cuadras españolas sobre 2.500 metros. Para este LIV Gran Premio de Madrid se había logrado una inscripción magnífica. La mayor parte de los propietarios acudieron este año a la gran carrera, y a última hora los forfaits eran escasos, hasta el extremo de que llegaron a tomar la salida doce caballos. La prueba fue magnífica. Y en ella el vencedor de otras muchas carreras BOBI confirmó su gran clase. BOBI hizo una carrera elogiable. Casi todo el trayecto estuvo encerrado por sus adversarios. Incluso al llegar a la curva, cuando la cuadra Figueroa atacaba de firme por el mando del pelotón, el vencedor de la carrera se hallaba con el paso cerrado. Pero al enfilar la recta el excelente jockey Díez, dando muestras de una gran habilidad, requirió el esfuerzo máximo del caballo, y éste, en una impresionante avanzada, consiguió pasar a los que llevada delante y entrar en la meta con la ventaja de una cabeza sobre su primer seguidor DARK HENARES.

EL SIGLO FUTURO, lunes 2 de julio de 1934

El Gran Premio de Madrid será quizá uno de los más interesantes de estos últimos años, por su desarrollo y por encontrarse en la llegada los caballos de mejor forma de nuestro Hipódromo. El ganador, BOBI, nos demostró una vez más su valía, pues, mal colocado durante el recorrido, se vió encerrado en la última curva, teniendo que ser parado para sacarlo fuera y volviendo a ser molestado todavía en la recta final. Llegó tan fuerte, que pocos metros antes de la meta parecía irremisiblemente batido. El público premió con voces y aplausos la magnífica carrera del caballo de Amboage. El marqués de San Damián se llevó los dos puestos siguientes con DARK HENARES y LIGHT LEGEND. C. Díez, que pilotaba al ganador, estuvo indeciso durante el recorrido, pero enérgico al final. (DARK AUGURY)

LA VOZ, martes 3 de julio de 1934

Para terminar de moldear la temporada cuajada de aciertos no le faltaba a BOBI más que una cosa: enfrentarse con los viejos y batirlos. La ocasión se presentó bajo un padrinazgo eficaz; en la parte romántica, la posesión de un título famoso, y en la económica, un montón de pesetas. Al conseguir el Gran Premio quedaba resuelta la incógnita de si podrían o no abarcar tal empresa. Y efectivamente, la venció. Decíamos el sábado en nuestros comentarios a la prueba que las dificultades eran muchas. Apenas recibía kilos de sus más directos rivales, y en cambio, él los daba con abundante prodigabilidad. Sin embargo, una vez vista la carrera, debemos decir que los obstáculos que con mayor obstinación se alzaron a su paso no fueron propiamente los medios combativos de sus adversarios, sino la masa de ellos. Un caballo metido en la médula del pelotón, incrustado más bien en él, bajo la vigilante mirada de no pocos ojos interesados en dejarlo preso, tiene que ser un excelente ejemplar cuando por un resquicio puede al final colarse por él y ganar. Porque estar encerrado durante todo el recorrido y llevarse el premio, dando la sensación de ser el más acreedor a poseerlo, valúa mucho más el mérito de su hazaña. Tal vez se aprecia como escasa ventaja la distancia de un cuello, la que le separaba de su más próximo rival. Pero si se tienen en cuenta las dificultades que se le presentaron durante el galope, máxime comparandolas con lo bien que marcharon los dos representantes de la cuadra Carlos Figueroa; el triunfo es, pues, mayor, y por lo tanto, más meritorio. En la carrera tuvo el ganador una ayuda en ANDURIÑA, sacrificada en buscar sitio a BOBI. Pero también contó con dos enemigos de cuidado: LIGHT LEGEND y DARK HENARES. Imposible sacar más partido de las facultades de un caballo que las que sacó Leforestier de su montura. No pudo haber en su misión ni mayor sobriedad ni más precisión. Si no ganó es porque, sencillamente, no pudo. Colocada impecable en el galope, Leforestier desempeñó dos oficios: el de guardarse él y el de obstruir a los demás. Y todavía tuvo tiempo de amparar los derechos indiscutibles de DARK HENARES. Midiendo el tren más conveniente para su montura, sin hacer gran caso del paso rápido de REUS, llevó el mando del resto del pelotón sin prisas ni agobios. A su lado DARK HENARES caminaba en buen estilo. Cuando Leforestier se sintió batido por BOBI dejó paso franco a Arcos; BOBI, en la misma meta, le batía por un cuello. El final, digno de un gran premio, entusiasmó a la muchedumbre, un poco intranquila al no ver aparecer a su favorito hasta última hora. Y como de costumbre, el público saltó a la pista, festejando al vencedor... Otro participante que respondió a su clase fue PANACHE. Con un peso cómodo, a la fuerza tenía que estar a la llegada. Por desgracia, terminó el recorrido completamente cojo. De no haberle ocurrido este accidente, tal vez hubiese variado la clasificación. REUS se encargó de menear el escuadrón. Pese a ir suelto, no pudo pasar de los dos mil metros. En su empeño de escaparse, formó pareja con GRIFFIN, sin que tampoco ésta sacara fruto de su esfuerzo. MISS B, contra sus hábitos, siguió bien el tren, desapareciendo pronto. Los demás no figuraron para nada, siendo AMOSANDA, el peor de todos. (L. M. R.)

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