TURANDOT, de punta a punta, gana el Gran Premio de Madrid en el Hipódromo de La Zarzuela
RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de La Zarzuela
Viernes 29 de junio de 1951
Gran Premio de Madrid
Para caballos y yeguas de tres años en adelante. Peso: tres años, 51 kilos; cuatro años, 59 kilos; cinco años o más, 60 kilos. Recargos: 2 kilos a los ganadores de un premio de 20.000 pesetas, y 5 kilos a los ganadores de varios permios de 20.000 pesetas o uno de 30.000 pesetas o superior. Descargos: los caballos que no hayan ganado un premio de 12.000 pesetas descargarán: a tres años, 2 kilos; a cuatro años o más, 4 kilos. Matrícula: 1.500 pesetas.
2.500 metros
50.000 ptas. - 14.000 ptas. - 8.000 ptas. - 3.000 ptas.
Copa donada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA
1.º TURANDOT - 48 kilos - J. Perelli - F. Cadenas - Yeguada San Jorge
2.º PUMBA - 58 kilos - R. Bertiglia - G. Higson - Cuadra del conde de Villapadierna
3.º GOMÁ (FR) - 51 kilos - V. Jiménez (b. roja) - G. Higson - Cuadra del conde de Villapadierna
4.º SAD PRINCE - 50 kilos - C. Díez (b. blanca) - G. Higson - Cuadra del conde de Villapadierna
5.º LUANCO - 43 kilos - M. Beguiristain - G. L. Luzzatti - Yeguada Militar
6.º GREDOS - 45,5 kilos - P. Hernández - J. L. Barreiro - Cuadra de los señores Arnús - Gamazo
7.º TARSIS - 49 kilos - A. Moltó (b. roja) - F. Cadenas - Cuadra de don Tomás de Ybarra
8.º LA CONGA - 49,5 kilos - J. M. Méndez - F. García - Cuadra del marqués de Murrieta
9.º NANDA - 45 kilos - J. Ramel (b. azul) - G. Higson - Cuadra del conde de Villapadierna
10.º DJEBELILLA (FR) - 60 kilos - V. Chavarrías (b. roja) - F. García - Cuadra de don Ramón Beamonte
11.º TRIANERA - 44 kilos - M. Mahe - F. García - Cuadra de don Ramón Beamonte
12.º SALAMINA (GB) - 60 kilos - M. Carrasco - E. Ceca - Cuadra de don Lorenzo Bonneuil
13.º EGERIE (FR) - 56 kilos - J. Doyasbere - F. Cadenas - Cuadra de don Roberto Monnom
14.º PETAVY (FR) - 57 kilos - A. Díez - F. Cadenas - Cuadra de don Tomás de Ybarra
15.º GREY EAGLE - 42,5 kilos - A. Tucker - E. Ceca - Cuadra de las señoritas Christiane Mansard y Paloma Estevas
Tiempo: 2' 36'' 4/5
Distancias: 4 c., ½ c., 2 c., 2 c.
Dividendos por cada diez peseta apostada
Ganador: 29 - Colocados: 17 - 56 - 50 - Gemela: 364 - Doble: 54
Artículos publicados por las Revistas y Periódicos de la época
Diario ABC, sábado 30 de junio de 1951
TURANDOT, de la Yeguada San Jorge, ganó ayer el Gran Premio de Madrid en el hipodrómo de La Zarzuela
TURANDOT, de la Yeguada San Jorge, ganó ayer el Gran Premio de Madrid en el hipodrómo de La Zarzuela
Un lleno absoluto ha registrado el hipódromo de La Zarzuela en su reunión del Gran Premio de Madrid. No en balde este deporte está en plan de constante recuperación.
La expectación producida por este Gran Premio era enorme y no se ha visto defraudada. Un campo de quince participantes, cinco jockeys franceses y el interés de ver las posibilidades de nuestra cría nacional frente a los importados eran alicientes más que suficientes, pero el desarrollo de la prueba, ha superado los cálculos más halagüeños.
TURANDOT, por RECHERCHE y STILL WATER, de la Yeguada San Jorge, ha sido la ganadora; pero no solamente en plan de vencedora de esta prueba, sino de verdadera super-clase. Su galope fácil, potente y rápido; su forma de conducir en punta, con un paso realmente demoledor, que no ha permitido que ninguno de sus contrincantes -a pesar de correr una cuadra con cuatro representantes- llegara a su altura, y la forma de terminar los 2.500 metros, viniendo a más, ha causado la admiración y el entusiasmo del público, que ha acogido el triunfo de TURANDOT con una clamorosa ovación.
La carrera no ha tenido más historia que una buena salida en linea, en la que toma la cabeza TURANDOT, y el esfuerzo de todos por seguir el paso de la conductora. Ya a su primer paso ante las tribunas la mitad del pelotón no podía seguir a la de la Yeguada San Jorge. En la recta de enfrente la escoltan de lejos tres Villapadiernas: SAD PRINCE, que un momento pareció acercarse, GOMÁ y PUMBA, mientras NANDA desaparece entre el resto del lote, que queda completamente desconectado y fuera de carrera. Toma un respiro al entrar en la curva y vuelve a distanciarse TURANDOT para abordar la recta de llegada con las manos bajas y despegarse definitivamente de los tres Villapadierna (PUMBA que ha terminado muy fuerte delante de GOMÁ y SAD PRINCE) y ganar fácilmente por cuatro cuerpos.
La entrada de la vencedora en el recinto de balanzas, conducida por la señora de Tennant, fue apoteósica. Pepito Perelli bordó la carrera y sonríe satisfecho. El triunfo de una yegua nacional, seguido de otro nacional -PUMBA-, no puede ser más halagüeño para nuestra cría del Pura Sangre. La hija de STILL WATER demostró una clase magnífica y un estado de preparación perfecto.
El segundo, tercero y cuarto puesto fueron copados por la cuadra Villapadierna, que tendrá la compensación de poseer en su Yeguada de Larzábal a la madre de la ganadora, STILL WATER.
El alcalde de Madrid hizo entrega de la magnífica copa donada por el Excelentísimo Ayuntamiento al Sr. Maclean, que en unión del Sr. Tennant, son propietarios de la Yeguada San Jorge, los que , con el preparador Sr. Cadenas, fueron muy felicitados. (LEGAMAREJO)
GALOPE, suplemento de MARCA, sábado 7 de julio de 1951
Si antes de correrse este Gran Premio de Madrid se opinaba, y no sin fundamento, que TURANDOT no iba a encontrar una carrera fácil, dada la lógica concentración sobre ella de los ataques de todos los participantes, la realidad nos ha venido a demostrar que ha sido, por el contrario, TURANDOT la que emprendió la agresión desde un principio, dejándonos sin carrera. Sin necesidad de ONU, podemos afirmar que TURANDOT fue la potencia agresora, culpable de todos los fracasos y culpable de tantas actuaciones decepcionantes como hemos visto en este Gran Premio de Madrid.
Una alegre galopada en punta de 2.500 metros, que quemó a todos y sobrecogería, sin duda, a esos jockeys franceses, que quizá pensaron en una cómoda carrera de espera. Jamás podian creer en ese paso y esa velocidad, y, naturalmente, se les escapó el tren. Hace muchos años que no oíamos resonar los aplausos ante el galope de un caballo; pero esta vez, al ver como TURANDOT cruzaba, destacada dos cuerpos, por delante de las tribunas, tirando de un pelotón que se disgregaba por momentos, hizo estallar la ovación. La verdad es que parecía una carrera de galgos y TURANDOT la inalcanzable liebre mecánica.
Los ataques se sucedieron. DJEBELILLA consiguió llegar hasta los 1.200 metros persiguiendo lo más cerca posible a la conductora; TRIANERA naufragaba casi a la misma altura, y fue entonces cuando Carlos Díez, que sabía por experiencia que la cuerda de TURANDOT duraba para rato, decidió poner toda la carne en el asador con SAD PRINCE. Fue un bonito ataque. Se vió clase en la acción del huérfano de PRINCESS CLARA, que quería mantener a toda costa su prestigio de vencedor del Nacional; pero TURANDOT se estiraba, bien sujeta en la mano de Perelli, y todo fue inútil. El pelotón, estrangulado como un ocho, se había convertido en dos pelotones, con la eterna conductora galopando en punta. El desenlace se aproximaba y el resultado final estaba claro. TURANDOT enfiló la recta con una escolta de chaquetillas verdiamarillas tras de sí. Carlos Díez, con una perfecta comprensión de su carrera, había abierto un portillo por el que pasaron sus compañeros de cuadra, PUMBA y GOMÁ. Los dos tordos se acercaron a un cuerpo, pero fue la mayor proximidad alcanzada. Perelli soltó a la yegua y TURANDOT se hizo los últimos 600 metros a todo trapo. PUMBA remaraba bien, mejorando en mucho sus pasadas actuaciones, y GOMÁ acreditó su sangre, viniendo con sus 51 kilos a colocarse a la hora de la verdad. Al cruzar la meta, TURANDOT, plena de recursos, había conseguido cuatro cuerpos; detrás, el nacional PUMBA, y a medio cuerpo GOMÁ, que había corrido su probabilidad. Cuarto, SAD PRINCE, que, no en su mejor momento, demostraba su valía, después de una carrera en la que había hecho el gasto de la cuadra.
Perelli logró una de sus montas de gran gala, triunfando en toda linea con unos 48 kilos, que no hacía desde hace casi veinte años. Junto a él hemos de destacar el nombre de Carlos Díez, percatado admirablemente de su misión. Bertiglia y Jiménez cumplieron asimismo como buenos. En cambio, nos es doloroso tener que suspender a Ramel, que hizo correr a NANDA la peor carrera de su vida. Mal colocado, quiso luego venir a destiempo y se quedó finalmente perdido en un oscuro noveno puesto, impidiendo redondear el triunfo grande de la cuadra Villapadierna. NANDA debió estar junto a GOMÁ, y entonces sí que el conde de Villapadierna podría haber exclamado con orgullo: Se ha luchado hasta el final y todos han dado el máximo para batir a lo batible. Una expresión y una verdad que viene reflejada en ese parte de guerra dado por Carlos Díez momentos después de terminar la carrera, con el rostro aún sudoroso por el esfuerzo realizado: Señor conde: Hemos hecho lo que hemos podido, pero sólo había un modo de ganar este Gran Premio. ¡Tener otra TURANDOT!
Efectivamente, no había nada que hacer ante el galope de la hija de RECHERCHE y STILL WATER, un producto made in Spain que con un jinete nacional ha logrado uno de los triunfos más bonitos que recordamos. Su balance de esta temporada de Primavera no puede ser más brillante y su derrota del Nacional ha sido borrada por completo, demostrando con su doble del Villamejor y del Gran Premio de Madrid la certeza de una clase y de una aptitud para la distancia que ya nadie debe discutirle. Cuatro victorias ha obtenido sobre 1.200 metros, 1.600, 2.400 y 2.500, respectivamente, y en todas los records han saltado hechos pedazos ante su galope. Es elocuente.
Ahora, cumplidos de momento todos los objetivos en España, TURANDOT cruzará la frontera rumbo a Francia. Quizá dentro de unos años los franceses comenten con admiración: En 1951 vino a París una yegua española... (N. F. CUESTA)
Entrevista del diario MARCA a don José Perelli, martes 3 de julio de 1951
Primero, con APA NOY; luego, con JÁTIVA, y ahora, con TURANDOT, son tres las veces que Perelli ha ganado el Gran Premio de Madrid. Pero estamos seguros que ninguno de sus triunfos ha sido tan sencillo y espectacular com el conseguido en esta edición de 1951. Gran victoria y gran monta la de este jinete que se hizo en punta los 2.500 metros.
Hay buenas y malas montas. Y las hay excelentes. La de Perelli en el Gran Premio de Madrid, que acaba de disputarse, entra de lleno en estas últimas. Efectivamente, don José -porque hay que llamarle así- dejó ir tan en su acción a TURANDOT, llevándola todo el tiempo en la mano, al mismo tiempo que su victoria pareció de una sencillez sorprendente, no obstante ese largo galope de 2.500 metros, realizado en punta, en un tiempo récord. Hay que montar mucho y tener una finura y un tacto extraordinarios para hacer esa carrera. Y Perelli la hizo. Por otro lado, si consideramos que consiguió montar a unos 48 kilos, que algunos creían imposibles de alcanzar, terminaremos concluyendo que Perelli, por encima del triunfo material del Gran Premio de Madrid, ha obtenido un triunfo moral tan destacado, que bien merece el comentario.
El martes, en una mañana de galopes con escasos supervivientes, nos encontramos a Perelli como un verdadero veraneante, con su chaqueta y su pantalón mil rayas, ajeno a todo trabajo que no fuera el contemplar los penúltimos entrenamientos de la temporada de primavera.
No le preguntamos si está contento, porque, francamente, sería una tontería. Nos interesa más conocer como veía a priori, este Gran Premio de Madrid.
Perelli contesta, como repitiendo algo que se ha dicho a sí mismo muchas veces:
- Lógicamente, no debían batirme. TURANDOT es mejor que todos, y salvo un accidente, como quedarme en la salida o algo parecido, comprendía que no había más ganadora que ella.
-Entonces, ¿viste acercarse la fecha de la carrera con tranquilidad?
-Siempre siente uno algún temor, ya que sabía que montaba a la que normalmente debía ser la vencedora y adquiría la responsabilidad de no frustrar esa probabilidad. Pero lo cierto es que el comprender y estar convencido de que no debían batirme me prestaba una especie de moral de victoria. Por eso, salí tranquilo a la pista.
- ¿En ningún momento de la carrera tuviste miedo?
- Después de verme en cabeza, marcando el paso, ya no podía temer nada. TURANDOT fue todo el tiempo sujeta, y, sin embargo, no hubo quien se le aproximase. Iba tán fácil que no podía pasar otra cosa que lo que pasó. La yegua ganó como quiso.
- ¿Qué opinas de esta hija de RECHERCHE?
- Todo lo que se diga de la yegua es poco. Es lo mejor que he montado desde hace mucho tiempo. Sus carreras de esta temporada son elocuentes.
- ¿En todas las salidas de este año fuiste optimista?
- Optimista, si. Aunque confesaré que en los 1.200 metros del Urquijo tenía un poco de respeto a DJEBELILLA. luego vi que no era tan fiero el león, ni mucho menos. TURANDOT ganó de calle retenida, mientras que Tilly y el caballo venían luchando por la colocación. No pudo quedar duda alguna.
- Y ahora, ¿qué esperas que haga la yegua en París?
- Voy esperanzado de que haremos un buen papel en París. A los caballos españoles siempre les han tratado bien en los handicaps, y no sería la primera vez que un representante de este lado de los Pirineos ganase en París. Hace mucho tiempo que no acudimos a Longchamp, y eso me ilusiona.
En verdad, Perelli no oculta que está satisfecho por lo realizado y por lo que puede realizar.
- Este ha sido tu tercer Gran Premio, ¿verdad? -preguntamos.
- Efectivamente; antes lo había ganado con APA NOY y JÁTIVA; pero nunca fue tan fácil como ahora. Ha sido la vez que más seguro estaba y en la que encontré luego la tarea más sencilla.
Perelli continua:
- Habian pasado años desde mi último triunfo con JÁTIVA, allá en la Castellana. No sabía aún lo que era un Gran Premio de Madrid en el nuevo Hipódromo de La Zarzuela; por eso, hasta me emocioné un poquito cuando entré por la puerta de vencedores. No creo que haya agradecido nunca tanto los aplausos del público.
Y Pepito Perelli, el don José de estos momentos, se queda callado, pensando, sin duda, en lo que acaba de vivir. Hasta que viene Juan Luis Barreiro y se lo lleva para convidarle a unos huevos fritos.
Diario EL ALCÁZAR, sábado 30 de junio de 1951
Brillante triunfo de TURANDOT II en el Gran Premio de Madrid
PUMBA y GOMÁ la escoltaron en la llegada
Un rebosante lleno registró el hipódromo de La Zarzuela en la tarde de ayer con ocasión de correrse la prueba cumbre del calendario hípico: el Gran Premio de Madrid.
Este año presentaba más interés aún que los anteriores, pues si bien se esperaba que entre el lote de tres años estaría el ganador, había entre ellos varios con méritos bastantes para alzarse con la victoria. Por otra parte, aunque TURANDOT II había demostrado ser el mejor de la generación, tenía que enfrentarse con la poderosa cuadra de Villapadierna, representada por sus cuatro mejores elementos, NANDA, GOMÁ, PUMBA y SAD PRINCE, con el magnífico DJEBELILLA..., y así podríamos seguir citando a los quince mejores caballos del hipódromo.
La carrera, sin embargo, ha sido fácil.
La extraordinaria hija de RECHERCHE y STILL WATER se puso en cabeza desde la salida y no ha tenido enemigo en ningún momento. Magníficamente administrada por Perelli, a pesar de llevarla muy retenida, marcó un paso tan potente, que todos sus enemigos de sfueron disgregando, convirtiendo el pelotón en una fila india. Era extraordinario presenciar cómo en la recta del río SAD PRINCE, muy montado, incluso a látigo, no podía acercarse siquiera a la conductora, que continuaba retenida por su jinete. En la curva final aprovechó Perelli para dar un respiro a la yegua. Y ello dió un momento de emoción a la carrera, ya que tres representantes de Villapadierna parecieron acercarse peligrosamente; pero ya en la recta y estimulada con energía por Perelli, volvió a despegarse nuevamente, ganando por cuatro cuerpos, entrando a continuación PUMBA, GOMÁ y SAD PRINCE. LUANCO fué quinto; sexto, GREDOS; sétimo, TARSIS; octavo, LA CONGA; noveno, NANDA; décimo, DJEBELILLA; undécimo, TRIANERA; duodécimo, SALAMINA, y, cerrando, EGERIE, PETAVY y GREY EAGLE.
PUMBA hizo también una muy buena carrera, demostrando una vez más no sólo su honradez, sino su buena clase. GOMÁ, que no suele gustar de campos numerosos ni de carreras incómodas, hizo una magnífica carrera. Decepcionando, por el contrario, NANDA, GREY EAGLE y DJEBELILLA, que eran por valor los más serios rivales de la ganadora.
Nos encontramos ante un magnífico ejemplar nacional. Desde luego, el mejor nacido en nuestras yeguadas después de la guerra y tan buena como las mejores que han existido en nuestros hipódromos. Tienen sus propietarios la intención de correrla en París en el próximo mes de julio, y allí nos dará una referencia de su verdadera valía. Nosotros, a pesar de conocer la de sus adversarios, esperamos optimistas la fecha de la carrera.
Al regresar al peso, llevada de la brida por su propietaria, señora de Tennant, estalló una clamorosa ovación en honor de la triunfadora y del jinete que con tanto acierto la condujo.
El alcalde de Madrid entregó al señor McLean la magnífica copa donada por el Ayuntamiento.
El señor Cadenas, preparador de la ganadora, que la ha mantenido en inmejorable forma, fué también muy felicitado, máxime teniendo en cuenta que él, tan acostumbrado a ganar con sus pupilos toda clase de grandes premios, este de Madrid no lo había conseguido hasta el día de ayer. (PINOCHO)
Diario MARCA, sábado 30 de junio de 1951
El Gran Premio de Madrid ganado por TURANDOT II
A tal señor.... Cuando terminó el Gran Premio de Madrid 1951 y Villapadierna, con un abrazo muy efusivo y sincero, felicitaba a McLean, uno de los propietarios de la ganadora, pensábamos en la frase que antecede, y no por los señores citados, sino por los representantes de sus colores. El pronóstico general habíase cumplido y la ganadora del Martorell, del Villamejor y de las tantas otras magníficas carreras volvió a acreditar su clase, ya de antemano probada, en este Gran Premio, en el que la tres años de McLean, Tennaut y Cadenas, preparada por éste último, obtenía el triunfo máximo, que legitimaba y confirmaba una era de triunfos que acredita la cría nacional, la cría de Arizábalo, en donde la unión de RECHERCHE y STILL WATER dió este producto para honra del turf nacional; y allí, en la pista en donde dejaba sembrados con un demoledor paso a todo el resto de un escogido lote de 15 caballo, quedó como nota destacada la soberbia actuación de los colores Villapadierna, que, si bien encontraron otros que les ganaban, sus colocaciones de segundo, tercero y cuarto con PUMBA, GOMÁ y SAD PRINCE (que fué el sacrificado de entrada) acreditan a una cuadra.
Por ello decimos que la derrota de los Villapadierna fué con todos los honores y su escolta final de la ganadora nos confirma la frase a tal TURANDOT II, la mejor del hipódromo, la de autñentica clase, el honor de la llegada en tromba de los Villapadierna, que todos unidos con el honrado PUMBA en cabeza, concediendo 10 kilos a la ganadora, galopaban alegremente, orgullosos de su derrota, porque ellos habían cumplido con su deber como representantes de tan queridos colores, aunque sucumbieran ante el galope brillante, magnífico, de una TURANDOT II que, a decir de personas muy competentes, es de lo mejor que pisa hipódromos.
La carrera. Poca historia en ella, salvando, desde luego, la espectacularidad de la magnífica carrera que fué este Gran Premio de Madrid. TURANDOT II partió en cabeza con esa rápida acción tan peculiar en la yegua de San Jorge y en su jinete Perelli, y sobre ella se lanza SAD PRINCE (C. Díez) y los representantes de Beamonte (TRIANERA y DJEBELILLA); detrás, el resto, a los que lleva la ganadora de mala manera, entre ellos a GREY EAGLE, a la que su jinete Tucker, tiene que pegarla para que siga.
Parece, enfrente, que los Villapadierna, que sucesivamente van por TURANDOT, al tiempo que los Beamonte... existen, pueden dar la batalla a la potra, pero ésta, después de un respiro antes de la curva final, enfila ésta en plan de ganadora, seguida de PUMBA (Bertiglia), GOMÁ (V. Jiménez), SAD PRINCE (C. Díez), y así terminan, mientras LUANCO (Beguiristain) y GREDOS (Hernández) ocupaban los quinto y sexto lugares bastante alejados.
El orden de llegada de los demás fué como sigue: 7, TARSIS; 8, LA CONGA; 9, NANDA; 10, DJEBELILLA; 11, TRIANERA; 12, SALAMINA; 13, EGERIE; 14, PETAVY; 15, GREY EAGLE.
Al margen de la carrera. Salida magnífica y dada al segundo.
La actuación de GREY EAGLE fué desde el principio deficiente. Con esta clase e impuesto el tren vivo por TURANDOT II, no pudo seguir el paso y, naturalmente, no le fué factible colocar su punta de velocidad, que tantos triunfos le ha proporcionado con otra clase.
DJEBELILLA y TRAINERA sólo existieron en los primeros mil metros; luego, no fueron absolutamente nada, terminando, trabajosamente, en 10 y 11 lugares.
La carrera de LUANCO fué buena, confirmando su linea; su colocación en quinta posición es muy buena.
En general la carrera fué interesantísima, y esta vez TURANDOT II, al igual que su medio hermano RACA, ganó de punta a punta, si bien su llegada al poste fué mucho más brillante por más holgada que la del ganador del pasado año.
El alcalde de Madrid, conde de Santa María de Babio, hizo entrega de la Copa donada por el Ayuntamiento al gran aficionado Alberto McLean, uno de los propietarios de la yegua ganadora.
Una enorme ovación esmaltó la llegada al peso de TURANDOT, conducida por la señora Tennaut, después de su victoria, en la que hay que alabar la serena, enérgica y medida monta de Pepito Perelli, que fué felicitadísimo muy justamente.
De los jinetes franceses venidos exprofeso para este Gran Premio, Bertiglia ocupó el primer lugar, con su segundo puesto de PUMBA. Doyasbere nada pudo hacer con EGERIE, que no quiso saber nada.
Mahe, con TRAINERA, y Tucker, con GREY EAGLE, fracasaron a medias con sus cabalgaduras.
La poule del Gran Premio. Como dato curioso diremos respecto de los ganadores del Gran Premio, que TURANDOT II fué adquirida en la poule anterior al Gran Premio en 28.000 pesetas, por A. McLean.
PUMBA, en 11.000 pesetas, por el barón de carandolet; GOMÁ, en 23.000 pesetas por Jaime Muro, y SAD PRINCE, en 9.100 pesetas por J. Gandarias.
La poule sumó 119.205 pesetas, de las cuales correspondieron 71.523 al primero; 29.801,25, al segundo; 11.920, al tercero y 5.960,25 al cuarto.
Enhorabuena a McLean y compañía, y también a Villapadierna, que agarró, entre el Gran Premio y el Antivari, un buen pellizco de 33.000 pesetas.
Cifras son cifras. (N. F. CUESTA)
Diario ARRIBA, sábado 30 de junio de 1951
Brillante victoria de TURANDOT II en el Gran Premio de Madrid
PUMBA, GOMÁ y SAD PRINCE la escoltaron a la llegada
Otra victoria de TURANDOT II (RECHERCHÉ y STILL WATER); pero, esta vez más resonante aún que las anteriores y de más importancia todavía, puesto que se adjudicó nada menos que el Gran Premio de Madrid (75.000 pesetas, 2.500 metros), la prueba mejor dotada del turf español.
La carrera no ha tenido historia apenas, pues al tomar la salida -rápida y en buenas condiciones para los quince participantes-, TURANDOT II (Perelli), toma el mando y logra destacarse del lote, perseguida por los dos representantes de Beamonte (DJEBELILLA y TRAINERA) y SAD PRINCE; pero la potranca rechaza los ataques de todos y, siempre en cabeza, desemboca en la recta final perseguida por los Villapadierna, que no logran alcanzarla y que la escoltan en la meta. Segundo fué PUMBA (R. Bertiglia), a cuatro cuerpos, tercero, GOMÁ (Jiménez), a medio cuerpo, y cuarto, SAD PRINCE (C. Díez), a dos cuerpos. Los restantes, con excepción de LUANCO que apuntó algo más y quedó quinto, no figuraron lo más mínimo.
Extraordinaria la carrera de TURANDOT II, muy bien montada por Perelli, que logra otro Gran Premio, a los veinticinco años de ganar el primero -en 1926 con APA NOY-, siendo el primero que gana el señor Cadenas como preparador. Nuestra enhorabuena a ambos, que hacemos extensiva a los simpáticos colores de la Yeguada San Jorge, integrada por los señores Mac Lean y Termaut. Una gran ovación acogió la entrada en el peso de la triunfadora, llevada del diestro por la señora de Termaut, ovación que fué repetida al ser entregada por el Alcalde de Madrid la magnífica copa ofrecida por el Ayuntamiento al ganador.
La carrera de PUMBA también ha sido extraordinaria, y una vez más pone de manifiesto la regularidad y clase del cuatro años de Villapadierna.
En resumen: tarde maravillosa en todos los aspectos, pues además del deportivo, en el mundano y social pocas jornadas ha vivido la Zarzuela como la de ayer, dado el enorme gentío que se desplazó al hipódromo. (ARCHIBALD)
Diario MADRID, sábado 30 de junio de 1951
TURANDOT II, de la yeguada de San Jorge, primero en el Gran Premio de Madrid
Destacada actuación de la cuadra Villapadierna
La victoria que en la tarde de ayer consiguióla exceleente TURANDOT II realza el valor de nuestros productos por haber nacido y criado en la yeguada de Arizábalo. Igualmente, la colocación fué para otro nacional, PUMBA. La ganadora es, desde luego, de lo mejor que ha pasado por nuestros hipódromos. Hizo la carrera en punta, y nunca fué inquietada por ninguno de los participantes, entrando en la meta con toda facilidad en primera posición y pudiendo haber corrido 500 metros al mismo paso, que fué demoledor, pues consiguió rebajar el tiempo de BOUQUET, que en el año 1943 hizo 2-37-4/5, efectuando la distancia en 2-36-4/5, que es el nuevo récord de la carrera.
El desarrollo de la prueba fué bastante fácil, marchando en primera posición TURANDOT II, después de una magnífica salida, siendo seguida por SAD PRINCE, DJEBELILLA, TRIANERA, LUANCO, PETAVY, NANDA, PUMBA, GOMÁ y el resto de participantes, cerrando la marcha GREDOS, que luego lograría un honroso sexto puesto. Se mantienen estas posiciones, iniciandose, mediada la recta de enfrente, el ataque de PUMBA y GOMÁ, que se ponen a la altura de su compañero de cuadra SAD PRINCE. Al enfilar la recta final viene en primera posición TURANDOT II, y a bastantes cuerpos, PUMBA, GOMÁ, SAD PRINCE y el resto de participantes, despegandose fácilmente la conductora, para cruzar la meta con cuatro cuerpos de ventaja sobre PUMBA, que logra la colocación aprovechándose de un bandazo que había dado metros antes GOMÁ, que son de la misma cuadra, por lo que no interesaba la disputa entre ellos. Cuarto fué SAD PRINCE, también de Villapadierna. El resto de participantes entró por este orden: LUANCO, GREDOS, TARSIS, LA CONGA, NANDA, DJEBELILLA, TRAINERA, SALAMINA, EGERIE, PETAVY y GREY EAGLE.
TURANDOT II regresó al recinto de balanzas conducida por la señora de Tenaunt entre los aplausos del público. El alcalde de Madrid, conde de Santa María de Babio, hizo entrega al señor Mac Lean de la copa que se disputaba, siendo felicitadísimo por tan magnífico triunfo. Igualmente que su preparador y copropietario, don Francisco Cadenas, y su jinete, Pepito Perelli, que hizo una soberbia monta sobre la ganadora. (DADITO)
Diario YA, sábado 30 de junio de 1951
TURANDOT, de la yeguada San Jorge, gana en cabeza el Gran Premio de Madrid
TURANDOT (por RECHERCHÉ y STILL WATER), de la Yeguada San Jorge, ganó ayer viernes de punta a punta, montada por Perelli, el Gran Premio de Madrid (2.500 metros), en tiempo récord de la carrera: 2 minutos 36 segundos y 4/5, que bate el que hasta ahora detentaba BOUQUET, con 2 minutos 37 segundos y 4/5, ganador en 1943. Fué segundo, a cuatro cuerpos de TURANDOT, ese portento de regularidad que es PUMBA, que daba 10 kilos a la ganadora, y al que montó bien el jockey francés R. Bertiglia. Tercero fué GOMÁ (Jiménez), que se empleó bien, pero terminó dando un bandazo cerca de la meta, y estuvo a medio cuerpo de PUMBA, del que recibía siete kilos. Y SAD PRINCE (C. Díez) fué cuarto, a dos cuerpos, con lo que la cuadra Villapadierna cubrió el segundo, tercero y cuarto lugares.
Corrieron 15 de los 20 inscritos, siendo SAXON (56) el último en quedar retirado. LUANCO (Beguiristain) fué quinto; sexto, GREDOS (P. Hernández, ap.); séptimo, TARSIS (Moltó); octavo, LA CONGA (J. M. Méndez); noveno, NANDA (J. Ramel); décimo, DJEBELILLA (Chavarrías), undécimo, TRIANERA (M. Mahé); duodécimo, SALAMINA (M. Carrasco), decimotercero, EGÉRIE (J. Doyasbére); decimocuarto, PETAVY (A. Díez) y decimoquinto y último, GREY EAGLE (A. Tucker). Doyasbére no pudo montar a EGÉRIE a 54, y tuvo que llevar 56; NANDA llevó 45 en vez de 44; GREDOS, 45,5 en vez de 43; GREY EAGLE, 42,5 en vez de 41, y LA CONGA, 49,5 en vez de 41. la ganadora, preparada por don Francisco Cadenas, que obtiene su primer triunfo, y resonante por cierto, en el Gran Premio de Madrid. Con este gran éxito TURANDOT tiene a su haber cuatro victorias a tres años, incluyendo la Prueba de Productos (1.600 metros), el Villamejor (2.600 metros), el Premio Urquijo (1.200 metros) y ahora, el Gran Premio de Madrid.
Que TURANDOT tenía clase, siempre lo reconocimos; pero abrigábamos alguna duda respecto a una auténtica aptitud de fondo, porque su victoria en el Villamejor no acababa de convencernos, ya que esta carrera estuvo rodeada de circunstancias en extremo favorables para la ganadora, pues los que pudieron haberla presentado pelea nunca estuvieron en carrera, excepto NANDA, un poco al final. Pero ayer fué otra cosa. No se pueden hacer 2.500 metros de punta a punta y en tiempo record si no se tiene clase y fondo. Y en un campo de 15.
A NANDA se la hizo una mala monta, en el sentido de que, al ver el paso vivo que se marcaba, se la exigió muy pronto en la carrera, y esta potranca necesita coger su acción a medida que entra en distancia. La salida se dió pronto y bien, partiendo en cabeza TURANDOT, seguida de SAD PRINCE, DJEBELILLA, TRIANERA, LUANCO, PUMBA, NANDA, GOMÁ y, cerrando la marcha, GREDOS. Enfrente sigue TURANDOT, a buen paso, seguida de SAD PRINCE, y excepto éste y PUMBA, que empieza a atacar por dentro, y GOMÁ, por fuera, el resto del campo, obligado a forzar su paso para coger contacto, va naufragando gradualmente. En realidad, al bajar la curva de El pardo, la carrera queda entre los que irán a ocupar los cuatro primeros puestos. TURANDOT galopa de firme y tras ella GOMÁ se emplea bien, y hay un momento en que parece que va a darle alcance. PUMBA, con quien Bertiglia no ha perdido el tiempo, ataca también, y será el que obligue a TURANDOT a extenderse al máximo y dar todo lo que tiene para ganar. En la recta final, TURANDOT, siempre por dentro, alarga su ventaja, y va dando más y más, atacada por PUMBA y GOMÁ- A 50 metros de la meta, GOMÁ da un bandazo, mientras PUMBA mantiene su ataque contra TURANDOT, pero ésta es demasiado buena para que la puedan dar 10 kilos, y aunque sin dejar de ser montada, a fin de nofiar nada a la casualidad; termina ganando por cuatro cuerpos, en forma espectacular y brillante. GOMÁ quedó buen tercero, llegando a terminar casi a la altura de PUMBA.
El alcalde de Madrid, conde de Santa María de Babio, hizo entrega de la magnífica copa donada por el Ayuntamiento para el Gran Premio de Madrid a don Alberto Maclean, uno de los propietarios de la Yeguada San Jorge, que recibió innumerables felicitaciones.
Fué otro éxito de público esta jornada del Gran Premio de Madrid, penúltima de la Reunión. La última será el domingo, 8 de julio, en que se disputará el Premio Martorell. (LASARTE)
MARCA SEMANARIO GRÁFICO DEPORTIVO, martes 3 de julio de 1951
TURANDOT II ganó el Gran Premio de Madrid
Gente, gente, gente. Cientos y cientos de aficionados que se trasladaron por todos los medios imaginables de locomoción, llenaron por completo el día de San Pedro hasta el último rincón del hipódromo. Fué una jornada de gran gala y el calor, que apretó sin contemplaciones, no pudo impedir el éxito en todos los órdenes de este Gran Premio de Madrid. Una edición, la de 1951, que se presentaba enmarcada por una serie de circunstancias que prestaban a la carrera un realce extraordinario. Quince caballos iban a salir a la pista, cinco jinetes venidos del otro lado de los Pirineos pondrían la pincelada de internacionalidad y un pronóstico que, aunque favorable a TURANDOT II, dejaba abiertas muchas esperanzas. ¿Sería capaz TURANDOT de llevar a cabo la dura tarea? No era fácil, en verdad, esa galopada de 2.500 metros en lucha contra todos. Una lucha que luego no surgiría por lado alguno, dada la diferencia de clase, pero que "a priori" no podía por menos de dejar flotando en la ambiente la duda y la incertidumbre que nos depara siempre lo que sabemos difícil por su mérito.
La sencillez de lo maravilloso. No hubo carrera, esa es la verdad. Y no la hubo porque TURANDOT no consintió en que se le aproximase caballo alguno. Galopaba a su aire, un aire que viéndola únicamente a ella, parecía suave y cómodo, y que fijándose en los demás era un ventarrón huracanado difícil de soportar por mucho tiempo. Y, efectivamente, así fué. Al pasar ante las tribunas, por vez primera, TURANDOT iba en cabeza. En galope alegre se estiraba prodigiosamente, bien sujeta en la mano por Perelli, mientras que sus restantes enemigos la seguían a duras penas, necesitando sus jinetes empezar a cansar los músculos de sus antebrazos en una brega necesaria para no perder contacto. Era un gran espectáculo el ver ese galope, y en las tribunas se levantaron ya algunos aplausos merecidos. Se tenía miedo de que todos atacasen desde un principio a la yegua, y era ella la que con su tren demoledor minaba desde la salida las energías de todos. Fué la más rápida en ponerse en acción, y no hubo nada que hacer. Ni el tranco, otras veces agotador, de un DJEBELILLA, ni los esfuerzos de un SAD PRINCE, sobre el que Carlos Díez luchó como los buenos; ni la insistencia final de un PUMBA, bastaron para poner en dificultad en ningún momento a la hija de RECHERCHÉ y STILL WATER, que, tras un respiro a la entrada de la curva, se marchó otra vez irresistiblemente. Fueron 2.500 metros coriidos de verdad en un tiempo récord, que se hicieron sentir en muchos participantes, que quedaron materialmente "quemados" por el galope de la vencedora. Su victoria fué fácil y sencilla, pero con la sencillez de lo maravilloso.
El do de pecho de PUMBA. PUMBA, con sus 58 kilos, hizo, a nuestro juicio, la mejor carrera de su vida. De una vida esmaltada de segundos puestos, que si no indican mucha fortuna, acreditan una extraordinaria regularidad. Había cuatro chaquetillas verdiamarillas en la carrera, y cada una corrió su probabilidad, aunque SAD PRINCE fuera un poco el caballo de juego de Villapadierna al tratar enconadamente de emparejarse con la conductora. Todas estuvieron y cumplieron bien, excepto una, NANDA, que montada francamente mal por el francés Rame, que, preocupado sin duda por su retrasada posición, vino precipitadamente a ganar algunos puestos y a quedarse clavada fuera ya de toda probabilidad. Tiene esa disculpa de no ser llevada convenientemente, pero de todas maneras, defraudó, dada su excepcional posición en la escena y lo que otras veces nos había demostrado. SAD PRINCE corrió mejor de lo que se esperaba, y después de hacer el gasto dejó paso franco a PUMBA y GOMÁ, sus compañeros de cuadra, que venían a tratar de dar alcance a TURANDOT. Buena monta la de Carlos Díez, que supo percatarse bien de su cometido. El paso marcado, de una dureza poco corriente, impidió que se conservasen esos puntos de velocidad que surgen en otras ocasiones, convirtiendo la carrera en una prueba de verdadero fondo, en la que PUMBA, gran especialista de las distancias de aliento, emergió al final con su tranco machacón para hacerse una buena recta final, traido oportunamente por su jinete, el francés Bertiglia, que, como esperábamos, tuvo la tarea más sencilla, ésa es la verdad, pero supo cumplirla a la perfección. El caballo respondió y dió lo que le quedaba, corriendo espléndidamente, pues, no iba bien colocado en la escala con 55 kilos. Dió el do de pecho este nacional, que a sus cuatro años, ha encontrado la plenitud de su condición. GOMÁ, por fin, corrió para GOMÁ. había ganas de verle. Caballo sin paso, aunque se crea otra cosa, no se intentó esta vez, como en el de Villamejor, perseguir desde un principio a la eterna conductora. Fué en su acción, y aproximándose en la curva viró fuerte al final, aunque su ataque no fué continuado, sino en dos tiempos, lo que le restó posibilidades. Un tercer puesto, a medio cuerpo de PUMBA, fué el balance de su actuación.
Cinco jóvenes y un viejo. Excepto el segundo puesto, conseguido por el veterano PUMBA, que mejoró en mucho su papel, revalorizando comparativamente a sus antiguos compañeros de lucha, RACA y CALIOPE, los jóvenes fueron al copo absoluto de los primeros lugares. TURANDOT, primero; GOMÁ, tercero; SAD PRINCE, cuarto; LUANCO, quinto, y GREDOS, sexto, atestiguaron la buena clase media. Tras ellos el papel de TARSIS pudo con todos los viejos. TRIANERA y NANDA, con los jockeys franceses, tuvieron las peores actuaciones de su vida; LA CONGA llevaba el lastre de su 49 kilos y poco contaba, y GREY EAGLE, casi ungida favorita por haber ganado tres handicaps, no fué un momento. De salida no tiene paso, y TURANDOT le hizo sentir aún más esa carencia. En la primera recta Tucker iba pegando, en la segunda iba último y al final entraba cerrando el pelotón.
Y así fué este Gran Premio de Madrid, ganado de punta a punta por TURANDOT II. Una potranca excepcional, que no desentonaría fuera de nuestras fronteras, y de la que pueden sentirse orgullosos Jaime Tennat, Alberto Mac Lean y Francisco Cadenas, sus afortunados propietarios. En verdad se han divertido. (N. F. CUESTA)
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