viernes, 12 de noviembre de 2010

1921 3.ª edición del Gran Premio de Madrid

NOUVEL AN (FR), GANA POR TERCERA VEZ EL GRAN PREMIO DE MADRID


RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de La Castellana
Domingo 5 de junio de 1921
Gran Premio de Madrid
Para caballos enteros y yeguas de tres años en adelante. Pesos: tres años, 48 kilos; cuatro años, 60 kilos; cinco o más, 62 kilos. Recargos: dos kilos el ganador de un premio de 25.000 pesetas. Descargos: dos kilos el que no haya ganado un premio de 15.000 pesetas y cinco el que no haya ganado uno de 8.000 pesetas. Matrícula: 800 pesetas.
2.500 metros
50.000 ptas. - 7.000 ptas. - 3.000 ptas.
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA
1.º NOUVEL AN (FR) - 64 kilos - G. Archibald - J. Freeman - Cuadra de los Sres. Cimera-Martorell
2.º ALBANO - 64 kilos - F. García - J. Ceca - Cuadra de la señorita María de Ussía
3.º WHEAT DUCK - 55 kilos - J. Ruiz - G. Manser - Cuadra del marqués de Villamejor
4.º ANTONIO - Jesús Ruiz - R. Byder - Cuadra del marqués de San Miguel
5.º BERLIERE - 52 kilos - V. Díez - G. Daniels - Cuadra de M. J. Lieux
6.º BRABANT - L. Lyne - A. de Neuter - Cuadra del duque de Toledo
7.º WILLOW - Higson - R. Ryder - Cuadra del marqués de San Miguel
8.º ALDWARK - Robertson - G. Manser - Cuadra del marqués de Villamejor
9.º VINNY - Romera - V. Pueyo - Cuadra de Don Matías Murto
10.º TRUMPS - Lancaster - Ch. Moore - Cuadra del marqués de Amboage
Tiempo: 2' 45'' 2/5
Distancias: 3 c., 5 c., 4 c.
Dividendos por duro apostado
Ganador: 13 - Colocados: 8 - 16 - 14,50

ABC, martes 7 de junio de 1921
El Gran Premio de Madrid llevó al hipódromo de la Castellana enormísima concurrencia. El interés que esta carrera había despertado era tan grande, que las discusiones no escaseaban, y las apuestas menudeaban. Una larguísima espera tenemos que sufrir desde que terminó la tercera carrera hasta que, en fila india, aparecieron los corredores del Gran Premio en la pista. Impacientábase el público por tanta tardanza, temeroso de que próxima y amenazadora, la tormenta aguara la fiesta desluciéndola, y quería, como era lógico, ver la lucha en su natural desenvolvimiento.
Dióse la salida; toman un poco de ventaja BRABANT y ALBANO; pero, en la primera entrada en la recta, los 10 caballos que corren vienen casi en pelotón.
Al pasar por la puerta de Madrid se deshace éste, y BRABANT, muy seguido de ALBANO, llevan la carrera, yendo tercero NOUVEL AN (FR); en último lugar, ANTONIO.
Archibald, que se percata pronto y bien de que tiene un enemigo muy serio en ALBANO, comienza a montar y, pasada la cuesta, llama por vez primera a NOUVEL AN (FR); el hermosísimo y estupendo animal acude y arranca fácil y bien para ganar en la curva final el primer lugar, que ya no se deja quitar, aunque ALBANO lucha denodadamente por ello, entrando en la meta gallarda y soberbiamente, entre la delirante ovación que el hipódromo entero tributa al caballo y a la magistral monta del incomparable Archibald.
Fue una gran carrera, quizá la mejor de las ganadas por este notable ejemplar, que el domingo tuvo un serio enemigo: ALBANO.
Este caballo nos demostró su gran clase y que, fuera del crack de Cimera-Martorell, es el mejor de todos los que hay.
ANTONIO llegó más por sus facultades que por lo que por él se hizo, en cuarto lugar. Con otra monta, el tercer puesto lo hubiera tenido seguro.
BRABANT fracasó. Dicen que esta pista no le vá...
Lo demás que hubo careció de interés.

EL SIGLO FUTURO, lunes 6 de junio de 1921
NOUVEL AN (FR), el caballo por el que solamente pasan los años para endurecerle los músculos, triunfó, como era de esperar, fácilmente sobre sus contrincantes. En toda la carrera ocupó uno de los primeros puestos, y al final, viéndose molestado por ALBANO y ANTONIO, se despegó de ellos en una bonita arrancada final. ALBANO, luchó estupendamente, y podemos asegurar que en otra pista triunfará sobre NOUVAL AN (FR). WHEST DUCK, se colocó por culpa de la monta de ANTONIO, que si bien no se despistó esta vez, en las curvas aflojó de una manera lamentable. Es doloroso y hasta censurable lo que hace el marqués de San Miguel con este caballo, el mejor de su cuadra, poniéndolo en manos de un aprendiz. Rogamos al simpático marqués que si no por dinero, lo haga por la afición, y en otras carreras dé a ANTONIO la monta que se merece. (LERE BLACK)

EL IMPARCIAL, martes 7 de junio de 1921
Cuando a las dos y media de la tarde del domingo empezó el cielo a cubrirse de nubes, pudo creerse que mucha gente dejaría de acudir a ver correr el Gran Premio. Pero no fué así. Todo Madrid acudió a la Castellana, ávido de presenciar la lucha por la victoria en esta sensacional carrera. Y el tiempo estuvo clemente con los que le desafiaron, ya que, en fin de cuentas, la tarde quedó deliciosa, y solo cuando salían a la pista los diez campeones, sonaron dos o tres de esos truenos con que la Providencia subraya, allá desde los tiempos bíblicos, los grandes acontecimientos. Porque éste lo era, tanto desde el punto de vista deportivo, como desde el mundano. Y si lo primero no es necesario decirlo, lo segundo no sobra proclamarlo. Durante largo tiempo la afición al hipódromo estuvo lomitada a un no grande, aunque escogido, grupo de sportsmen. Ahora este círculo se ha ensanchado enormemente, y no son sus miembros menos estusiastas los que se agolpan bulliciosamente a lo largo de la vallas de madera del otro lado de la pista. Ni las mil elegantes que corren sobre las hierbas del stand a las taquillas de apuestas, cuando hace breves años no conocían, sino con aproximación, el número de patas de un caballo. Y si esto sucede todos los días, fácil es calcular lo que sería este del Gran Premio de Madrid, que, aunque mucho más reciente, camino lleva de convertirse en algo tan clásico como el Derby de Epsom. Ya es, por lo menos, tan importante en la vida madrileña como el de París en aquellas latitudes, y una primavera sin Gran Premio resultaría incomprensible. El de este año, una vez más, ha sido ganado por NOUVEL AN (FR). El pasado dije, si no recuerdo mal, que con ganarlo dos veces seguidas establecía un record difícil de alcanzar. El que logró el domingo sí que es extraordinario. Probablemente no se volverá a alcanzar nunca, porque no basta que un animal sea notable para ganar tres veces seguidas una carrera así. Son precisas, además, una porción de circunstancias para que la victoria le permanezca hasta ese extremo fiel. Y esa cantidad de coincidencias es casi imposible que se reúnan. Pero digamos antes que nada que el triunfo del caballo de los Sres. Cimera-Martorell es perfectamente regular. Tanto, que todos los periodistas deportivos, con una edificante unanimidad, le designábamos como ganador. Además, si se recuerda el del año pasado, se encontrará que en él batió difícilmente a un ALBANO, que hizo una carrera loca en cabeza y que recibía cinco kilogramos. Nada de extraño, pues, que esta vez se encuentre fácilmente delante de ese mismo ALBANO, mucho mejor administrado, pero a peso igual. En cuanto a la derrota de BRABANT, a nadie puede sorprender y en estas mismas columnas la anunciaba yo como muy posible. Es un caballo que no se emplea en la pista de Madrid, sea por su terreno, sea por sus vueltas a la izquierda. Anteayer se entregó bruscamente a la primera llamada de su jockey, lo mismo que había hecho tantas veces. Y los tres años son dos clases inferiores a sus mayores, con excepción acaso de BERLIERE, que con los 52 kilogramos con que se la hizo correr (¡oh locura!), hizo una carrera hermosa. Ahí va una ligera descripción. A la señal del starter, TRUMPS se lanza en cabeza, seguido por BRABANT, ALDWARD y NOUVEL AN (FR). Detrás sigue el grupo bastante compacto, y ANTONIO cierra la marcha. Poco después BRABANT toma el mando y TRUMPS retrocede para desaparecer, cojo, poco después. Hasta el final de la recta de enfrente, el orden es el siguiente: BRABANT, ALDWARD, NOUVEL AN (FR) y ALBANO. Allí, estos dos últimos comienzan a aproximarse, y a mitad de la curva, cuando NOUVEL AN (FR) llega a su altura, BRABANT abandona su filete bruscamente y se niega a insistir. El crack de Cimera-Martorell domina desde entonces la situación sin que el rush bien colocado de ALBANO llegue a ponerle en peligro. WHEST DUCK se apoderó del tercer puesto, a respetuosa distancia de los dos y ANTONIO del cuarto, cuando los demás no insistían. Esta llegada fue acogida por el público con grandes manifestaciones de entusiasmo, y los aplausos acompañaron a jinete y caballo hasta el recinto del peso. El conde de la Cimera y el marqués de Martorell, cuyos colores son tan populares, fueron también unánimemente felicitados. (LORD NIHIL)

LA ACCIÓN, lunes 6 de junio de 1921
Como esperábamos, acudió ayer al Hipódromo el público en número incalculable, a pesar de que las nubes nos amenazaban con sus negruras.
La expectación y el interés era enorme; el público contemplaba con detenimiento a los caballos concurrentes ante sus respectivos bureaux, primero, y después en el paddock. Al salir a la pista desfilaron en fila india ante la tribuna regia, yendo seguidamente a situarse en el punto de partida. Tras una jalosa salida, partieron, figurando en cabeza BRABANT, seguido muy de cerca por NOUVEL AN (FR), WILLOW, VINNY, ALBANO y BARBIERE, yendo los demás separados; cuando pasan ante las tribunas forman pelotón, siguiendo el recorrido con ligeras variaciones, hasta que, al tomar la recta final, se destaca NOUVEL AN (FR), sobreviniéndole muy fuerte ALBANO, habiendo una ligera lucha, que termina dando el triunfo al hijo de JACOBI y TRICHE.
El triunfo del caballo de Cimera-Martorell a nadie podía sorprender, habida cuenta de que, a nuestro juicio, el único rival serio que podía vencerle corría con un peso exagerado. Nos referimos a ALBANO, el pequeño caballo de la señorita de Ussía, que, a pesar de todo, hizo una carrera realmente impresionante, demostrando una vez más su gran corazón. (MARSALA)

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