APA NOY, DEL BARON DE GÜELL, GANA EL GRAN PREMIO DE MADRID
RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de La Castellana
Domingo 27 de junio de 1926
Gran Premio de Madrid
Para caballos y yeguas de tres años en adelante. Pesos: tres años, 50 kilos; cuatro años, 59 kilos; cinco años o más 61 kilos. Recargos: el ganador de un premio de 20.000 pesetas, recargará 3 kilos; de varios de 20.000 pesetas o de uno de 35.000 pesetas, 5 kilos. Descargos: los caballos que no hayan ganado un premio de 8.000 pesetas descargarán: a tres años, 2 kilos; a cuatro años o más, 4 kilos. Matrícula: 800 pesetas.
2.500 metros
40.000 ptas. - 7.000 ptas. - 3.000 ptas.
Copa donada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA
1.º APA NOY - 46 kilos - J. Perelli - Cuadra del barón de Güell
2.º TEDDY BEAR - 51 kilos - Rodríguez - Cuadra de don Eusebio Bertrand
3.º TORIBIO - 55 kilos - Leforestier - Cuadra del marqués del Llano de San Javier
4.º ILBARITZ - 44 kilos - C. Díaz - Cuadra del conde de la Cimera
5.º L'ENEO - 49 kilos - J. García - Cuadra del barón de Velasco
6.º LA DORIGUILLA - 56 kilos - Romera - Cuadra del conde de la Cimera
7.º LA MAGDALENA - 47 kilos - Belmonte - Cuadra del conde de la Cimera
8.º MUSSOLINI - 60 kilos - Higson - Cuadra del barón de Velasco
9.º LI KIANG - 48 kilos - Lewis - Cuadra de don Eusebio Bertrand
10.º AVANTI - 49 kilos - Carter - Cuadra del barón de Velasco
Tiempo: 2' 45'' 4/5
Distancias: ¾ c., 1 ½ c., 2 c.
Dividendos por duro apostado
Ganador: 95,50 - Colocados: 17 - 21 - 14
ABC, martes 29 de junio de 1926
Respondió la afición al interés que la gran prueba que se corría había despertado. Pocas veces se habrá visto el Hipódromo con tan igual concurrencia, sobre todo del elemento femenino.
El resultado del Gran Premio causó alguna sorpresa. Sus anteriores actuaciones indicaban particularmente a los representantes de la cuadra Cimera y a AVANTI, que llevaba un peso muy favorable. Sin embargo, ninguno de estos consiguió colocarse.
Después del consabido paseo delante de las tribunas, cogidos del diestro, y del canter preliminar, salen los caballos muy agrupados. Al principio se ve en cabeza a APA NOY, pronto substituido por los dos caballos de Bertrand. Detrás siguen APA NOY, TORIBIO, los tres Cimera con L'ENEO y AVANTI, ocupando el último puesto MUSSOLINI. Delante de las tribunas adelantan puestos ILBARITZ y L'ENEO. El segundo desaparece rápidamente, así como LI KIANG. ILBARITZ ataca enérgicamente enfrente a TEDDY BEAR, mientras LA MAGDALENA y APA NOY siguen a la expectativa, y TORIBIO, encerrado. En la última curva sigue TEDDY BEAR en cabeza, con APA NOY a los alcances, ILBARITZ retrocede vencido, y LA MAGDALENA, muy solicitada, recupera poco terreno. Por un momento da la impresión el caballo de Bertrand de ser el ganador, pero enérgicamente sostenido por Perelli consigue APA NOY darle caza, ganando con cierta autoridad. Tercero entró TORIBIO, que al fin, consiguió abrirse paso.
El ganador, presentado en muy buena condición por D. Manuel de Rivera, es un hijo del excelente BRUNOR (FAUCHEUR y ALL MINE, por SON OF MINE) y de APROXIMATE (BLACK SAND y PROXIME por BEST MAN) nacido en la yeguada de Marquina. Ya había ganado este año el Gran Premio de Barcelona. Su carrera del Villamejor fue vulgar, pero la del premio Mcdonald acusaba un buen retorno de forma.
El segundo TEDDY BEAR (BRUNOR y HAMPTON LASSIE por ROYAL HAMPTON) tuvo una actuación tanto más meritoria cuanto que lleva una serie ininterrumpida de actuaciones , capaz de agotar a cualquier caballo. El miércoles pasado , no obstante haber corrido ya el domingo, estuvo durante más de 1.000 metros a látigo detrás de ILUSIÓN.
TORIBIO, el tercero (BRUNOR y APPAM por SCUNTAR), tuvo durante la carrera toda la mala suerte que cabe tener; continuamente encerrado, no pudo producir su esfuerzo en momento oportuno.
De los demás poco cabe decir. Los tres caballos de Cimera y AVANTI desmintieron por completo las esperanzas puestas en ellos. MUSSOLINI no es ya ni sombra de lo que fue. En cuanto a LI KIANG con decir que corrió el domingo el Eclipse de 3.000 metros, carrera que resultó durísima, y en la que estuvo constantemente en cabeza, y el miércoles una carrera de 2.400 metros, resulta inútil buscar más excusas para un potro de tres años.
EL IMPARCIAL, lunes 28 de junio de 1926
Tarde de sorpresas e incidentes la del domingo. Una carrera anulada; triunfo de los descartados en dos pruebas, una de ellas el Gran Premio... y regocijo de los inspirados, que recogieron buenos dividendos.
APA NOY, ya ganador de la más codiciada prueba de la reunión barcelonesa, se adjudicó el Gran Premio de Madrid, batiendo con suma facilidad a los considerados favoritos.
Se pretenderá justificar la derrotas de AVANTI, L'ENEO, LA MAGDALENA... Se harán frases más o menos felices y deducciones más o menos lógicas; pero la realidad terminará por demostrar que esas llamadas irregularidades, descensos momentaneos de forma, etc., etc., no son sino ausencia de clase.
En ninguna temporada como la actual ha existido mayor desorientación.
En la pasada, MUSSOLINI, desde el principio hasta el fin, demostró méritos suficientes para ganar, como lo hizo, los grandes premios.
Aparte de esto hay que reconocer que el barón de Güell se ha hecho acreedor por su esfuerzo a esta gran compensación. Por vez primera un propietario catalán gana el Gran Premio de Madrid.
GRAN VIDA, 1 de julio de 1926
Apuntaba en mi última crónica la curiosa circunstancia de ir creciendo de día en día la animación en nuestro Hipódromo conforme se acercaba la fecha del Gran Premio de Madrid, como si este acontecimiento ejerciera una tracción poderosa en el público, aún antes de culminar su realización.
Llegó por fin el 27 de junio, día tan suspirado por la afición, y el tiempo espléndido dió mayor realce a la fiesta hípica, congregando en la Castellana lo más florido y lo más granado de la gente bien, pues junto a los ramilletes de muchachas bonitas, ataviadas con verdadero chic, las damas aristocráticas y los gentlemen representaban lo tradicional y más característico del turf. También el circuito presentaba la animación de los días grandes, y en este cálido ambiente llegó la hora del Gran Premio de Madrid, y desfilaron por la pista, ante la tribuna de los comisarios, los diez participantes: MUSSOLINI, AVANTI y L'ENEO, de G. Daniels (cuadra Velasco); LA DORIGUILLA, LA MAGDALENA e ILBARITZ, de la cuadra Cimera; LI-KIANG y TEDDY BEAR, de Eusebio Bertrand; APA NOY, del barón de Güell y TORIBIO, del marqués del Llano de San Javier.
Los comentarios de los aficionados y las preferencias de los jugadores señalaban como favoritos las cuadras Cimera y Velasco; no faltaban partidarios de los dos caballos de Bertrand y aún de TORIBIO, por la buena monta de Leforestier, quedando como descartado, por la mayoría, el caballo APA NOY, en vista de que sus dos actuaciones en el Hipódromo madrileño habían sido bastante mediocres y no confirmaron la buena clase que demostró con su victoria en el Gran Premio de Barcelona.
Al arrancar los diez participantes, tomaron el mando del pelotón los dos caballos de Bertrand, seguidos por el peso ligero de la cuadra Cimera (ILBARITZ) y muy cerca las dos yeguas de la misma cuadra, TORIBIO y el resto del lote. Al pasar por frente a las tribunas se observó que MUSSOLINI empezaba a perder terreno, y un poco más adelante distancióse también LI KIANG, que dió un mal paso frente a la puerta de Madrid; seguía TEDDY BEAR en cabeza, atacado por APA NOY, y de las dos cuadra favoritas sólo ILBARITZ mantenía una buena colocación; al llegar a la última curva se destaca enérgicamente APA NOY, que lucha con TEDDY BEAR, logrando batirle por 3/4 de cuerpo. Entró en tercer lugar TORIBIO, que consiguió batir en la recta a ILBARITZ. Como se ve, el resultado del Gran Premio ha sido completamente inesperado, hasta el punto de pagarse las apuestas del caballo APA NOY, ganador, a razón de 95,50 pesetas por duro.
El hecho de correr APA NOY con 46 kilos justifica en cierto modo su victoria sobre MUSSOLINI (60 kilos) y LA DORIGUILLA (56 kilos), pero no explica que batiera a L'ENERO y AVANTI (49 kilos) y menos a LA MAGDALENA (46 kilos). El jinete Perelli recibió al entrar en el peso una gran ovación.
Los buenos aficionados se lamentan de ver convertido nuestro Hipódromo en feudo del Hotel Ritz, que coloca mesas incluso en las tribunas, obstruyendo el paso, y no se cuida de que los mozos respeten la libre circulación de los aficionados y el libre crecimiento de plantas y flores. (EL VIZCONDE DE CAIRELES)
LA CORRESPONDENCIA MILITAR, lunes 28 de junio de 1926
Las más lujosas y vaporosas toilettes estivales, dan la nota de distinción y elegancia que tanto caracterizan a estas reuniones.
APA NOY, que en el premio Villamejor no había figurado, se ha adjudicado brillantemente el Gran Premio de Madrid, muy bien montado por Perelli, venciendo por tres cuartos de cuerpo a su eterno rival TEDDY BEAR. La carrera se ha llevado a un gran tren. Después de dos salidas infurctuosas, toma LI KIANG la cabeza, seguido por TEDDY BEAR, MUSSOLINI, APA NOY, ILBARITZ y un compacto pelotón, que cerraba LA DORIGUILLA.
Al entrar en la curva de Chamartín, avanza APA NOY, siempre seguido de TEDDY BEAR, entablándose una emocionante lucha, que terminó con la victoria del hijo de BRUNOR, por tres cuartos de cuerpo sobre TEDDY BEAR, y éste a su vez, por un cuerpo y medio de TORIBIO; cuarto, fué ILBARITZ; quinto L'ENEO; sexto, LA MAGDALENA; séptimo, LA DORIGUILLA; octavo, MUSSOLINI; noveno, LI KIANG, y décimo y último, AVANTI.
LA LIBERTAD, martes 29 de junio de 1926
Por primera vez, desde hace muchos años, el Gran Premio de Madrid ha sido una sorpresa. Año tras año, el caballo favorito entraba ganador, NOUVEL AN (FR); después ALBANO, y por último RUBAN y MUSSOLINI. La afición apostaba siempre con la absoluta certeza de ganar; creía imposible equivocarse. Pero, sin embargo, en la tarde del domingo ocurrió esto. Las cuadras del conde de la Cimera y la del barón de Velasco, que eran los que se disputaban las apuestas y en las que tenía fija la mirada como supuestos ganadores, defraudaron, y el caballo del baron de Güell APA NOY entró fácilmente después de un brillante recorrido.
Desde la salida APA NOY demostró una ventaja grande sobre sus competidores; la primera vuelta en el sexto lugar; después ataca valerosamente a L'ENEO y GAUDI, colocandose en la recta, detrás de TEDDY BEAR y TORIBIO; a doscientos metros de la llegada avanza por fuera y con las riendas sueltas pasa a TORIBIO y TEDDY BEAR, entrando fácilmente dos cuerpos por delante de éste.
APA NOY tenía en su haber el Gran Premio de Barcelona; pero tenía en su contra lo poco afortunado de su actuación en las diversas carreras en que se le había visto en Madrid. MUSSOLINI demostró no estar en forma; su carrera, todo el tiempo en penúltimo lugar, fue desastrosa. LA DORIGUILLA, del conde de la Cimera, que también se la consideraba como ganadora, tampoco realizó sino una carrera mediana, entrando en sexto lugar.
HERALDO DEPORTIVO, jueves 8 de julio de 1926
Más modesto, pero para nosotros más interesante, el Gran Premio de Madrid logró reunir diez participantes, que por las condiciones de pesos de la carrera y por una porción de circunstancias podían todos, más o menos justificadamente, aspirar a ganar. Por eso la victoria de APA NOY (46 kilogramos) sobre sus dos próximos parientes, TEDDY BEAR (51 kilogramos) y TORIBIO (55 kilogramos), fué una sorpresa, pero no un hecho insólito e inexplicable. Más difícil de explicar es que ninguno de los representantes de las cuadras Cimera y G. Daniels (y cada una de ellas alineaba tres) tuviera una participación útil en la llegada. APA NOY, en efecto, tenía en su haber una victoria en el Gran Premio de Barcelona, que le autorizaba a poder ganar el trofeo madrileño; lo que no permitía creerlo eran sus actuaciones madrileñas, muy obscura la del Premio Villamejor e insuficiente la siguiente, cuando fué batido por TEDDY BEAR en condiciones de peso menos duras; pero, en fin, presentado a punto por su preparador D. Manuel de Rivera y montado con toda precisión por Perelli, APA NOY triunfó netamente, siendo únicamente de sentir que su victoria no pueda tener en el año español una concluyente confirmación, pues no figura inscripto en ninguna de las grandes pruebas de San Sebastián, y allí hubiera tenido medios de probar que su victoria no fué flor de un día. TEDDY BEAR, que beneficiaba de todos los descargos, tuvo desde la salida una posición ventajosa, y su colocación, unida a la ruda campaña que lleva desde el principio del año, acreditan en él una endurance a toda prueba. No pudo tener la misma su compañero de cuadra LI KIANG, para el cual, en las pruebas preparatorias, se ha tenido una dureza espartana. TORIBIO, que muchos se empeñaban en encontrar fuera de forma, dio un mentís a sus detractores y otro a los que, no sabemos por qué, dudan de su fondo, pues encerrado buena parte del recorrido terminó buen tercero. Es digno de notar que los tres primeros de la gran prueba son hijos de BRUNOR (FR), y el primero y el tercero más íntimamente consanguíneos, pues APPAM, la madre de TORIBIO, es hija de APROXIMATE, madre de APA NOY. Otros dos hijos de BRUNOR (FR), MANDARINA y BROWNIE, ganaron sus respectivas carreras el día del Gran Premio. MANDARINA ,muy bien llevada por Ocaña, en el nocturno premio Primo de Rivera, y BROWNIE el reclamar del principio. Los productos de BRUNOR (FR), no todos bien criados, vienen probando en un excelente promedio ser galopadores, y el hijo de FAUCHEUR (FR) ve al fin su calidad de reproductor afirmada, pese a las vicisitudes de su vida y a que no siempre tuvo yeguas dignas de él. Suele estimarse a los productos de FAUCHEUR (FR) faltos de fondo, y NID'OR (FR), ganador del Consejo Municipal el año pasado y casi ganador del Gran Internacional de Ostende, prueba que tal afirmación no es totalmente exacta. De los vencidos del Gran Premio es casi más discreto no hablar; pero, en fin, para buscar disculpas, diremos que ni L'ENEO ni LI KIANG, batidos en su última actuación por BOO y GERONTE, mostraban entonces forma ni calidad suficientes para ganar la gran prueba. LA DORIGUILLA y su hermana LA MAGDALENA no parecen distinguirse en las largas distancias, y su aspecto del Gran Premio no era el de sus mejores días. Tampoco la forma corrida por ILBARITZ nos explica la buena estimación que de él teníamos, y en la plenitud de sus medios, si llega a recuperarlos, le creemos mejor que eso y mejor que lo que se mostró en el Premio Villamejor. MUSSOLINI no es un caballo fuera de forma; es, actualmente, un enfermo, y todas sus actuaciones del año son otros tantos borrones que ensucian su bien ganada fama del anterior. AVANTI, que se presentaba bien favorecida por el peso y por la forma, corrió de una manera demasiado mala para ser exacta (ahora o nunca es la ocasión de emplear la fórmula consagrada). (ECLIPSE)
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