EMULANDO A NOUVEL AN (FR), COLINDRES, GANA POR TERCERA VEZ EL GRAN PREMIO DE MADRID
RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de La Castellana
Domingo 30 de junio de 1929
Gran Premio de Madrid
Para caballos y yeguas de tres años en adelante. Pesos: tres años, 50 kilos; cuatro años, 59 kilos; cinco años o más, 61 kilos. Recargos: el ganador de un premio de 20.000 pesetas recargará 3 kilos; de varios de 20.000 pesetas o de uno de 35.000 pesetas, 5 kilos. Descargos: los caballos que no hayan ganado un premio de 8.000 pesetas descargarán: a tres años, 2 kilos; a cuatro años o más, 4 kilos.
2.500 metros
40.000 ptas. - 7.000 ptas. - 3.000 ptas.
Copa donada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA
1.º COLINDRES - 62 kilos - Belmonte - G. Flatman - Cuadra del conde de la Cimera
2.º VOLGA - 50 kilos - Brethess - A. de Neuter - Cuadra de don Adolphe de Neuter
3.º AXDIR - 51 kilos - Romera - Cuadra de don Juan Ceca
4.º BARCHETA MABLE - 55 kilos - Carter - Cuadra del marqués de Valderas
5.º LOQUILLO - 58 kilos - J. Perelli - Cuadra de la Cría Caballar
6.º MAURIAC (FR) - 55 kilos - L. Lyne - A. de Neuter - Cuadra de don Adolphe de Neuter
7.º COPETIN (FR) - 55 kilos - Leforestier - Cuadra del conde de la Dehesa
8.º PORT ETIENNE (FR) - 51 kilos - Clay - Cuadra del conde de la Cimera
Tiempo: 2' 45'' 1/5
Distancias: 2 ½ c., cuello, 1 c.
Dividendos por duro apostado
Ganador: 14 - Colocados: 8 - 12 - 25
ARTICULOS PUBLICADOS POR LAS REVISTAS Y PERIODICOS DE LA EPOCA
ABC, martes 2 de julio de 1929
Una entusiasta, unánime, cerrada ovación surge de la concurrencia. El conde de la Cimera, a quien se le tributa, con emoción, responde con cariñosos saludos. Bien merecida era, y por eso brotó espontáneamente de la masa. Se premiaba, no tanto el grandioso y emocionante triunfo de su hermosísimo ejemplar COLINDRES, en aquella tan portentosa carrera que acababa de realizar, cuanto esa persistente labor de años y años por el mejoramiento, auge y esplendor de un deporte, el que a sus entusiasmos, esfuerzos, honorabilidad deportiva, sacrificios de toda clase, debe, en gran parte, el próspero estado en que se halla. Como criador preocupándose por el constante mejoramiento del caballo, en pruebas de selección que culminaron en la descendencia brillantísima de LARRIKIN; como deportista, haciendo concurrir sus caballos a todas las reuniones señaladas en los programas; que sportsman ante todo, si el triunfo le agradaba, es tanto más la satisfacción sentida al ver lucir los colores de su casaca en públicas competiciones.
Fue justa la ovación; fue el premio a sus trabajos y el estímulo a continuarlos en el mismo grado de intensidad.
¿Qué hizo COLINDRES? Definirse como el mejor ejemplar que después de NOUVEL AN (FR) se ha visto en el Hipódromo madrileño. Aquella potente manera de galopar, aquella acción final con la que entró en la recta última, previos los esfuerzos realizados para poderse salir del pelotón en el que pudo verse encerrado para ya por fuera, libremente volar hacia el triunfo, sin que enemigo alguno pudiera inquietarle, aun teniéndolos por clase y por pesos de sumo cuidado, le acreditaron de ejemplar superiosísimo.
Entró sobrado en la meta, a dos y medio cuerpos del que le seguía, fresco, sin sudar, cual si todavía necesitara de algunos centenares de metros más para alcanzar el justo rendimiento. No tuvo enemigo; y, sin embargo, sobre el papel no era el indicado ganador. ¿Es que no se había visto bien lo que el caballo era? Un punto de referencia, importante, había. El gran galope realizado en el premio McDonald, distanciándose en la llegada de OEDIPE ROI, su único competidor; ya que POCHOLO tuvo la genialidad de pararse y desmontar al jockey. Pero en la anterior tarde, en el gran premio de Fomento, era vencido por LOQUILLO, PORT-ETIENNE y LA MAGDALENA.
Había, sí, grandes probabilidades en su triunfo, pero surgió MAURIAC (FR) y aún VOLGA, y los 55 kilos del primero, y los 50 del segundo, contra los 62 de COLINDRES se hacían sentir en las apreciaciones.
MAURIAC (FR) era una especie de gallo tapado que se tenía para esta carrera. ¡Tan mimado, tan cuidado, tan vigilado! Creo que habrían sido un par de veces las que este caballo francés nos habrá dado la grata satisfacción de verle en la pista. A pesar de lo cual su fama había pasado las fronteras. Días pasados ya leíamos en el JOCKEY francés la noticia que le comunicaba su activo y excelente corresponsal en Madrid de que había alcanzado brillantes triunfos en el Hipódromo madrileño. MAURIAC (FR), COPETIN (FR) y NEZ DE FURET (FR), los tres caballos franceses.
MAURIAC (FR) no existió. No tan solo fue batido, de gran distancia, por COLINDRES, sino que VOLGA, AXDIR, BARCHETA MABLE y PORT-ETIENNE (FR) le sobrepasaron en la llegada. Tuvo trás él a LOQUILLO, equivocadamente llevado por Perelli, y ese fue su fracaso, y al convaleciente COPETIN (FR). Creemos sinceramente falsa esta actuación de MAURIAC (FR); su historia turfística le acredita de buen ejemplar. Su fracaso no nos lo explicamos.
VOLGA, con el cómodo peso con que corría, hizo una brillante prueba; luchó bien, se empleó de excelente manera y fué muy bien conducido por Clay. VOLGA, segundo en este gran premio, acreditó su buena clase.
AXDIR (otro LARRIKIN (FR), quizá en el que menos atención pusieran los aficionados, en brillante estilo se colocó tercero, a un cuello de VOLGA. Detrás, BARCHETA MABLE; luego PORT-ETIENNE (FR), y a continuación, MAURIAC (FR).
La lucha se inició en la curva del canalillo; allí MAURIAC (FR) es desbordado por COLINDRES, que toma la cabeza para, en estupendo y espléndido galope, llegar sobradamente primero a la meta; a látigo sostienen los demás la pelea; ya frente a las tribunas VOLGA y AXDIR, entran fuertes, adelantándose a MAURIAC (FR), al que pasa también el hijo de RABELAIS.
La entrada de COLINDRES en la meta es acogida con estruendosa ovación, que no cesa hasta después de la llegada del caballo al peso. Belmonte fue también ovacionado.
En un rincón del pequeño jardín que hay frente a las taquillas de las apuestas, sorprendemos, encogido y medroso, al gran Flatman; acababa de hacerse, con los dientes, la uña del dedo índice. Oía aplausos y vítores, y no sabía a quién se dedicaban. Más colorado que de costumbre, oye la noticia del triunfo.
- ¿Fácil?- pregunta algo admirado.
- Facilísimo.
Y marcha a hacerse cargo de su caballo.
Propietario, preparador y jockey merecen la enhorabuena.
Por lo que afecta a la producción nacional nos satisface que este importantísimo premio haya sido para un criador nacional.
Tarde espléndida, sin calor. Hipódromo concurridísimo. ¡Bellísimas damas! ¡Qué más podrá pedirse a esta gran prueba! (RUBRYCK)
EL IMPARCIAL, martes 2 de julio de 1929
Con animación extraordinaria y tiempo magnífico se verificó el domingo la reunión del Gran Premio de Madrid, esperada por los aficionados con interés extraordinario. La gran prueba constituyó un éxito más, recibido con unánime complacencia, de los colores del conde de la Cimera, que escuchó una de las más calurosas ovaciones oídas en el Hipódromo, lo mismo que el preparador de su cuadra y el afortunado jockey que montaba a COLINDRES.
Este hermoso ejemplar confirmó su clase magnífica, sólo comparable a la del famoso NOUVEL AN (FR), que tan ruidosos éxitos proporcionó asímismo al conde de la Cimera cuando estaba asociado al malogrado marqués de Martorell.
La carrera del Gran Premio tuvo un desarrollo interesantísimo. Los primeros cuatrocientos metros fueron corridos en apretado grupo, cuya cabeza ocupaba BARCHETA MABLE, que a poco fué sustituído por COPETIN (FR). El primer paso por la meta lo efectuan los participantes por el orden siguiente:
MAURIAC (FR), COPETIN (FR), BARCHETA MABLE, VOLGA, LOQUILLO, PORT ETIENNE (FR), COLINDRES y AXDIR. Recuperó COPETIN (FR) su primitiva posición en la puerta de Madrid, en cuyo momento COLINDRES comenzó a ganar terreno; cedió MAURIAC (FR) y su compañero de cuadra forzó el tren, colocándose en cabeza al llegar a la curva de Chamartín; antes del poste de los 1.600 metros era pasado por COLINDRES, que en magnífico galope y en acción suelta y emocionante se destacaba victorioso hacia la meta. En un fuerte final, por fuera, AXDIR lograba el tercer puesto. La carrera de VOLGA fué meritoria.
EL SIGLO FUTURO, lunes 1 de julio de 1929
Ayer vivió el hipódromo de la Castellana una de sus mejores páginas. Se corría el Gran Premio de Madrid, la prueba mejor dotada de nuestro calendario y la de más importancia hípica. Lo ha vuelto a ganar COLINDRES, consiguiendo, al ganarlo por tercera vez, igualar el record de NOUVEL AN (FR).
Ganó como quiso. En cuanto inició su avance en la última curva se igualó con los de cabeza, VOLGA y AXDIR, y en dos trancos los pasó, y siguió en su alegre galope hacia la meta. MAURIAC (FR), que partió gran favorito, decepcionó. VOLGA, su compañero de box a pesar de llevar los segundos colores, fue toda la carrera en los primeros puestos, entró primero en la recta y, tras breve lucha con el crack COLINDRES, sucumbió, y aún le quedaron fuerzas para defender su sitio del ataque de AXDIR; esta performance, batiendo a pocos kilos a los viejos y a un kilo a PORT ETIENNE (FR), considerado como uno de los mejores de su generación, le indica como el mejor tres años actual, y tal vez si su cuadra hubiese depositado en él su confianza, hubiese estado más cerca de la victoria. Creo ocioso decir que la entrada de COLINDRES en el peso fue acompañada de nutridísimos aplausos, y que tanto el conde de la Cimera, que tanto se desvela por todo lo que al turf se refiere, el entrenador, Georges Flatman y el popular jockey Belmonte fueron objeto de innumerables felicitaciones, a la que unimos la nuestra.
EL SOL, lunes 1 de julio de 1929
Si en alguna ocasión puede decirse que la afición madrileña mostró su entusiasmo por el triunfo de un gran caballo y de una gran cuadra, nunca será más justo que al dar la noticia de la ensordecedora ovación tributada al conde de la Cimera cuando regresó al peso COLINDRES después de ganar con la autoridad de toda una clase su tercer Gran Premio de Madrid. En la ocasión pudo bien darse cuenta el distinguido propietario y criador del mejor producto hasta el día nacido en España de las simpatías con que sus colores cuentan y de como el público de Madrid sabe gustar y premiar una buena labor de un buen caballo. En la pelouse, centro de la verdadera afición, el ardor llevó a sus ocupantes a salvar las vallas de separación y entrar en las pistas de entrenamiento en avalancha no sólo perjudicial para éstas, sino también peligrosísima para poder motivar un día un serio accidente, pues es extraño que ningún caballo se desviara de su linea ante el hecho. El motivo de las pelousards nos parece no sólo disculpable, sino plausible; en cambio, el hecho de que esta invasión haya podido realizarse nos muestra una vez más la insuficiencia de los servicios de orden en el hipódromo, como en más de una ocasión hemos hecho ver y como sin duda no piensan atender hasta que se produzca algún lamentable accidente que ya no tenga remedio.
Volviendo a la carrera, su descripción es fácil. Previo el desfile tradicional y el canter preliminar, la salida se dió como todas las de la tarde, al primer intento y en buenas condiciones, tomando la cabeza del pelotón COPETIN (FR), a quien frente a las tribunas se unió MAURIAC (FR), seguida del pelotón, muy compacto; al ceder el leader próximo a abordar la última curva, marcó un avance por la cuerda PORT ETIENNE (FR), flaqueó MAURIAC (FR), y por fuera COLINDRES vino amenazador, para destacarse con sus potentes trancos en la recta y ganar con toda desenvoltura. VOLGA aparecía fuerte, logrando el segundo puesto y una performance muy honrosa, puesto que concedía peso a todos sus seguidores: AXDIR, que era de los cuatro años el mejor colocado en la escala, lograba el tercer puesto, seguido cerca por BARCHETTA MABLE y LOQUILLO.
No es preciso en esta ocasión reiterar los elogios a que tantas veces se hicieron acreedores el ganador, su propietario, su preparador y su jockey; pero sí transmitirles a éstos nuestra felicitación sincera. (ECLIPSE)
GRAN VIDA, julio de 1929
El turf madrileño ha ofrecido a la afición durante el mes de junio las pruebas más importantes de su calendario, y entre ellas el Gran Premio de Madrid, dotado con 50.000 pesetas, y que se corrió en nuestro Hipódromo el día 30 ante un público que, si bien fue numeroso, no alcanzó en cifra el registrado en días anteriores, a pesar de no disputarse pruebas de la importancia que ésta reviste.
El interés de la lucha se había concentrado en los caballos de la Cuadra Real y la de Cimera, si bien la cátedra mostró señalada preferencia por los pupilos del señor De Neuter, declarando favorito sobre todos los demás a MAURIAC (FR), cuyas limitadas actuaciones en la temporada parecían reservarle para una solícita preparación que le asegurase el triunfo en esta prueba.
Se hizo el tradicional paseo ante la tribuna del Jurado, y en medio de una nerviosa expectación los participantes arrancaron, teniendo el señor Mayoral la fortuna de dar una rápida y acretada salida. En la primera parte de la prueba marcó el tren LOQUILLO, seguido por los caballos de la Cuadra Real, y en el centro del pelotón COLINDRES y PORT ETIENNE (FR); en la curva de la segunda vuelta COLINDRES ataca con valentía, y pronto podemos comprobar que al iniciarse la recta final MAURIAC (FR) queda batido, encomendando a VOLGA la tarea un poco difícil de asegurar el triunfo de sus colores; pero VOLGA no consigue inquietar a COLINDRES, y entra en la meta a dos cuerpos y medio del vencedor, y por la corta ventaja de un cuello sobre AXDIR, que ha hecho una hermosa carrera. También BARCHETA MABLE, que entró en cuarto lugar, se destacó por su bonita actuación; siguió PORT ETIENNE (FR) y MAURIAC (FR), figurando en cola COPETIN (FR) y LOQUILLO.
El público, lo mismo en el peso que en el circuito, premió al conde de la Cimera con una cordial y entusiasta ovación, muy merecida por cierto por los afanes y desvelos que todos reconocen en este Mecenas del deporte hípico.
LA EPOCA, lunes 1 de julio de 1929
Si tratáramos de describir la animación y concurrencia de ayer en el Hipódromo de la Castellana podría decirse, a la manera de esos famosos telegramas norteamericanos, como en el cine, podríase decir que los alrededores del Hipódromo se encontraban totalmente abarrotados de coches, autocars (éstos, en Madrid, llamados comunmente tranvías), y un gentío a pie inmenso. Dentro del recinto hípico no se podía dar un paso..., etc., etc., sin olvidar el detallito norteamericano : en la entrada popular se consumieron tantos miles de gaseosas, mil, dos mil o más botellas de cerveza y un número fabuloso de bocadillos, mejor, sandwichs. Y también agregaría el número de accidentados o muertos que durante el espectáculo hubiesen ocurrido.
En Madrid, afortunadamente, no ocurre nada de eso. Ayer se llenó el Hipódromo hasta lo inverosímil, agotándose mucho antes de la hora de comenzar, el billetaje. El aspecto que presentaba, sobre todo al correrse la gran prueba, era maravilloso. La gente se apiñaba en escaleras, sillas y mesas, a falta de un sitio en las tribunas.
La presencia de mujeres guapísimas fué mayor que otros días.
Todo contribuyó, pues, a que el Gran Premio de Madrid resplandeciera con toda su magnitud.
El Gran Premio de Madrid es la carrera más importante del hipismo español. No importa que algún otro hipódromo establezca un premio de igual o mayor dotación. Su importancia deportiva, su significación clásica, es difícil de igualar.
Se instituyó en 1881, reservándose a los tres años nacionales. En 1919, al crearse el Gran Premio Nacional, fué cuando se estableció el de Madrid para los tres años en adelante.
En 1919, 1920 y 1921 se lo adjudicó el gran NOUVEL AN (FR); en 1922, ALBANO; en 1923, RUBAN; 1924, LIGHTFOOT; 1925, MUSSOLINI; 1926, APA NOY, y 1927 y 1928, COLINDRES.
Por tercera vez consecutiva el gran COLINDRES ha ganado el Premio de Madrid. El record que parecía inigualable de NOUVEL AN (FR) ha vuelto a ser instaurado.
El triunfo de COLINDRES ayer, a más de merecidísimo, fué muy fácil.
COLINDRES, cuya forma actual es espléndida, hizo gala de grandiosas facultades. Galopó desde su salida a la pista con un estilo precioso y ganó sin necesidad de emplearse del todo.
Su victoria se presentaba mucho más difícil que en años anteriores. Y, sin embargo, fue más fácil. El primer año le escoltó en la llegada su compañero de cuadra MADEMOISELLE DE JUENGA. Por un cuello triunfó la segunda vez, teniendo que luchar toda la recta con CENTAURE. Ayer, antes de la carrera, parecía que MAURIAC (FR) hubiera de presentar tenaz lucha, mas éste no existió en carrera en momento alguno.
Al tiempo que triunfaba caballo, jockey, preparador y propietario triunfaba la cría nacional. Un caballo español en condiciones difíciles respecto a los demás, derrotaba a éstos en noble lucha. Era lo español que arrollaba todo, victorioso.
El triunfo se acogió frenéticamente, desbordándose el entusiasmo. Aquella ovación comprendía la gratitud de una muchedumbre hacia el conde de la Cimera por sus desvelos y sacrificios en pro del deporte y de la cría caballar española, más que el premio al éxito.
Satisfecho puede estar el conde de la Cimera. Sus entusiasmos tienen justa compensación. pero además ha conseguido que España iguale primero y supere ya en el aspecto caballar al extranjero. El conde de la Cimera no es sólo el propietario de caballos de carreras interesado en ganar, no es solo el que más victorias obtiene en España, es el patriota verdadero que al mismo tiempo logra el triunfo de su nación.
Nuestra enhorabuena para el conde, muy modesta, pero entusiasta, nos parece poco. Nuestro homenaje, sí.
El desarrollo de la gran prueba fue precioso en todo momento. Los primeros 1.400 metros se corrieron en apretado pelotón. BARCHETA MABLE en los primeros instantes ocupó la cabeza, A poco, COPETIN (FR) la substituye. Por la meta la primera vez, el orden es: MAURIAC (FR), COPETIN (FR), BARCHETA MABLE, VOLGA, LOQUILLO, PORT ETIENNE (FR), COLINDRES y AXDIR. COPETIN (FR) volvió a ocupar en la puerta de Madrid el primer puesto, y COLINDRES comenzó a ganar terreno. VOLGA, en vista de que su compañero de cuadra desaparecía, comprendiendo que tenía que obrar por cuenta propia, ocupó el mando en la vuelta de Chamartín. COLINDRES venía tras él, y antes de los 1.600 metros le pasaba con toda facilidad. AXDIR por fuera ocupaba el tercer puesto y ponía en aprieto al segundo, pero sin conseguir desbordarle.
De la actuación de COLINDRES ya hemos hablado. ¿Qué le paso a MAURIAC (FR)? Al parecer su jinete sufrió un percance en plena carrera y hubo de detener al caballo. VOLGA, al vencer a lote tan numeroso e importante, se puede considerar como el mejor tres años. AXDIR, realizó una gran carrera. De los demás no se distinguió ninguno.
Al solicitar del conde de la Cimera una impresión de la carrera, tan brillantemente ganada por su cuadra, dijo:
- El impresionado soy yo. No creía ganar; el triunfo era difícil. Estoy muy satisfecho por haber ganado y por ser la tercera vez. Mucho más por tratarse de un caballo nacional y que he criado yo. El triunfo es grande y obtenerlo sobre caballos de clase indudable, y dando COLINDRES peso a todos. Ha sido el año que ha ganado más fácilmente.
Belmonte, el jockey que condujo al caballo a la victoria, nos dijo:
- Estoy muy contento, contentísimo. COLINDRES es el mejor caballo español que ha habido y hay. Ha logrado el record de NOUVEL AN (FR). Esperaba la victoria. Ha ganado más fácilmente que el año pasado. Yo no he tenido nada que hacer, ha sido facilísimo.
El preparador del ganador, Georges Flatman, loco de alegría, dijo:
- Cuando vi al caballo comenzar la carrera comprendí que la victoria era fácil para él. Se trata del campeón nacional. Esperaba el triunfo. (C. ASUERO)
BLANCO Y NEGRO, sábado 7 de julio de 1929
Otra vez triunfantes los colores marrón y blanco en lunares, tan queridos por la afición, tan temidos por los propietarios españoles y tan acreditados en no pocos hipódromos extranjeros. Triunfantes en ocasión tan señalada como el Gran Premio de Madrid, la más codiciada prueba de la temporada española y en circunstancias que no dejan lugar a dudas. Ha sido COLINDRES el vencedor, como en 1927 y 1928, en acción tan suelta, tan impresionante, con dominio y holgura tales, que al pasar destacado frente a las tribunas en triunfante y sugestivo galopar, al ánimo de todos los aficionados acudió el recuerdo de aquel soberbio ejemplar que al propio conde de la Cimera, en unión del inolvidable marqués de Martorell, proporcionó éxitos resonantes: NOUVEL AN (FR).
Pero en este caso la satisfacción del gran aficionado ha de ser mayor porque en COLINDRES ha visto triunfar por tercera vez su esfuerzo como criador, puesto que se trata de un producto nacional seleccionado y cuidado con el mayor esmero. Son muchos los sacrificios que se impone el conde de la Cimera; pero no cabe duda que los compensan los grandes triunfos, con el consiguiente halago de la entusiasta muchedumbre, que no ignora en la gran proporción que ha contribuido el ilustre aristócrata al desarrollo del turf en España.
COLINDRES, 62 k. (Belmonte); VOLGA, 50 k. (Brethes); AXDIR, 51 k. (Romera); BARCHETA MABLE, 55 k. (Carter); PORT ETIENNE (FR), 51 k. (Clay); COPETIN (FR), 55 k. (Leforestier); MAURIAC (FR), 55 k. (Lyne), y LOQUILLO, 58 k. (Perelli), fueron los participantes en la gran prueba. Como puede verse, el vencedor lo fue con todos los honores, pues el rival que menos concedía era cuatro kilos.
La jornada fue un éxito en todos los aspectos. En el de público se llegó al record; en el deportivo, el interés no decayó un solo instante. Jornadas como ésta del Gran Premio son las realmente eficaces en cuanto a la conquista de adeptos y las que compensan a los organizadores de su labor ingrata y difícil, en la que ponen todos sus entusiasmos.
HERALDO DEPORTIVO, viernes 5 de julio de 1929
No es siempre el Gran Premio de Madrid la carrera mejor dotada del calendario español; pero, a pesar de ello, y por ser la culminante, la de más rancio abolengo en el programa madrileño y por correrse en el Hipódromo de la Castellana, que es donde la afición del país se manifiesta con más ardor, ganarla constituye la satisfacción de una de las más grandes ambiciones que puede tener un propietario. Si esto es así, qué no representará ganarla como lo ha hecho el conde de la Cimera con COLINDRES por tercera vez consecutiva. Este difícil triple lo había logrado ya el gran propietario, entonces en asociación con el difunto marqués de Martorell, con el excelente NOUVEL AN (FR), uno de los mejores racers que han pisado nuestro Hipódromo; pero entonces se trataba de un caballo importado y ahora ha sido con un producto de su yeguada de Juenga, por lo que a su satisfacción de propietario puede unir la no menos importante de criador. Aún más pudo ver el mecenas del turf español: cómo todo el Madrid hípico sabia recompensar el triunfo, más fácil que nunca, de COLINDRES con una manifestación de entusiasmo y de simpatía difícilmente superable, tanto por el calor como por la unanimidad con que se produjo. Nuestros lectores comprenderán que no hemos de repetir nada respecto al crack nacional ni con relación a la labor con él realizada por Flatman, su preparador de siempre, y por Belmonte, su jockey habitual; con la misma facilidad que en su potente canter, parecía distanciarse de los demás; se impuso en la recta final, después de 2.500 metros de recorrido. El tren lo hizo COPETIN llevando cerca, y algunas veces a su lado, a MAURIAC; los dos en el finish se habían eclipsado y el representante de Casa de Campo en forma más decepcionante, pues a siete kilos de crack se le esperaba más cerca, si no batiéndole. Fué, en cambio, VOLGA, su compañero de cuadra, quien mejor defendió los colores, manteniendo el segundo puesto bravamente en condiciones onerosas de peso respecto a los que iban detrás de él, y afirmando, por tanto, su papel como el mejor tres años con una reserva para PORT ETIENNE, que le daba un kilo en lugar de recibir cuatro, como le correspondía por la nacionalidad. Los puestos de AXDIR y BARCHETA MABLE son lógicos y discretos, y el de LOQUILLO, que de nuevo precedía a PORT ETIENNE, igualmente calificable. (ECLIPSE)
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