sábado, 30 de abril de 2011

1946 23.ª edición del Gran Premio de Madrid

GITANILLO, DE BRILLANTE MANERA, GANA EL GRAN PREMIO DE MADRID



RESULTADOS TÉCNICOS
Hipódromo de La Zarzuela
Sádabo 29 de junio de 1946
Gran Premio de Madrid
Para caballos y yeguas de tres años en adelante. Peso: tres años, 51 kilos; cuatro años, 59 kilos; cinco años o más, 60 kilos. Recargos: 2 kilos a los ganadores de un premio de 20.000 pesetas, y 5 kilos a los ganadores de varios permios de 20.000 pesetas o uno de 30.000 pesetas o superior. Descargos: los caballos que no hayan ganado un premio de 12.000 pesetas descargarán: a tres años, 2 kilos; a cuatro años o más, 4 kilos. Matrícula: 1.500 pesetas.
2.500 metros
50.000 ptas. - 12.000 ptas. - 6.000 ptas. - 2.000 ptas.
Copa donada por la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España
Terreno bueno
ORDEN DEFINITIVO DE LLEGADA

1.º GITANILLO - 45,5 kilos - V. Jiménez - E. López de Letona - Yeguada Militar
2.º CHABOLA - 48,5 kilos - M. Beguiristain - J. Ceca - Cuadra de los condes de Santa Coloma-Guaqui
3.º JAP - 55 kilos - A. Díez - F. Cadenas - Cuadra de doña Elena S. de Márquez
4.º LUCKY DAY (GB) - 50 kilos - C. Díez - F. Cadenas - Yeguada de Quintos
5.º FAWLEY (FR) - 56 kilos - N. Fernández - S. Gallego - Cuadra de don Andrés Covarrubias y Castillo
6.º MALLORCA - 59 kilos - M. Leforestier - F. Cadenas - Cuadra de la duquesa de Valencia
7.º ABBOT'S TRYST (GB) - 59 kilos - E. Romera - F. Cadenas - Yeguada San Jorge
8.º AYETE - 50 kilos - J. M. Méndez - J. C. Masa - Yeguada Figueroa
9.º TWENTYPARK (IRE) - 60 kilos - J. Perelli (b. roja) - F. Cadenas - Cuadra de doña Elena S. de Márquez
10.º FOWEY - 50 kilos - V. Chavarrías (b. amarilla) - E. López de Letona - Yeguada Militar
11.º VERBAL MESSAGE (GB) - 44,5 kilos - D. Hilario (b. azul) - F. Cadenas - Yeguada San Jorge
12.º SEARCH LIGHT - 49 kilos - S. Molero - J. C. Masa - Cuadra de doña María Teresa Lafont de Aguilar
13.º MO CEAD CEANN - 51 kilos - J. J. Guzmán - J. L. Barreiro - Cuadra de don Santiago Muguiro
14.º URDIÑ BAITA - 47 kilos - A. Moltó (b. blanca) - S. Gallego - Cuadra de don Andrés Covarrubias y Castillo
15.º FANDANGUILLO - 55 kilos - T. Domingo (b. blanca) - E. López de Letona - Yeguada Militar
16.º USHAS - 44 kilos - P. Gómez - J. L. Barreiro - Cuadra de los señores Arnús-Gamazo
Tiempo: 2' 40'' 4/5
Distancias: 3 c., 1 ½ c., cabeza, ½ c.
Dividendos por peseta apostada
Ganador: 12,80 - Colocados: 4,60 - 4,20 - 6,40 - Gemela: 304 - Doble: 111

ARTÍCULOS PUBLICADOS POR LAS REVISTAS Y PERIÓDICOS DE LA ÉPOCA

ABC, domingo 30 de junio de 1946

Clausura y Gran Premio en la jornada de ayer. El desfile de los dieciséis caballos, con los abigarrados colorines que visten los jockeys, resulta de gran vistosidad. Se colocan en el poste de salida, y el juez da una de las más impecables que se conocen.
Parte el lote casi en cerrado pelotón, en cabeza ABBOT'S TRYST, y en tal forma llegan hasta la curva final, en la que se inicia la disgregación, para entablar la lucha en la recta final. GITANILLO, que venía muy bien colocado, inicia el ataque y en potente tramo de galope gana la cabeza, y distanciándose del pelotón, entra de brillante manera en la meta, entre los grandes aplausos de la concurrencia, al viejo y gran jockey que es Jiménez.
No nos hemos equivocado en nuestro vaticinio cuando decíamos de GITANILLO que era el gallo tapado; se destapó. Y que era el enemigo público número uno, y así lo ha sido.
Pero el triunfo se debe a la labor meritísima de su preparación. Se le preparó exclusivamente para ganar el Gran Premio, con método, con ordenación, y lo ha ganado. Este triunfo de la Yeguada Militar, de la que también decíamos cuán de cuidado son sus caballos en los grandes premios, mereció que su jefe, el teniente coronel Cavanillas, recibiera efusivas felicitaciones.
CHABOLA, con un corazón enorme, realizó una brillantísima carrera, ocupando el segundo lugar. Excelente también la de JAP, buen tercero.
No comprendemos el fracaso de MALLORCA, en la forma que lo tuvo. No era un sexto lugar el que a su clase correspondía. Y en cuanto al de AYETE, nos pareció encontrarla en su más perfecta condición. Tampoco es su puesto un octavo lugar.
La carrera, en su conjunto, resultó de la más lucida e interesante de su categoría celebradas. Salvo tres o cuatro de los participantes, el resto contaba con las probabilidades del triunfo. Pero decayeron los grandes... (RUBRYCK).

CABALLOS, martes 30 de julio de 1946

GITANILLO, que había sido víctima de las circunstancias al no poder ser puesto a punto durante la temporada a causa de la epidemia de tos que atacó a los principales pupilos de la Yeguada Militar, se ha beneficiado al final por esas mismas circunstancias, que se encargaron de dejarle bastante suelto para el Gran Premio. Llegó su preparación a ser exactamente la justa para poder ganar, porque no había tiempo para perfilarla mejor, y a eso tal vez se debe que su forma de terminar, bien que fuera a tres cuerpos de la vieja CHABOLA, adoleciera de buen estilo, pues el potro terminaba ladeándose bajo la enérgica presión de Jiménez. Gana, pues, con peso bien liviano un Gran Premio bonito y emocionante, y precisamente al ganar, sin hallarse en plena condición, demuestra su clase, porque un tres años no puede abordar con éxito los 2.500 metros del hipódromo de la Zarzuela si no corre por sus venas una clase selecta.
Entraba cuarto en la recta, detrás de ABBOT'S TRYST, FAWLEY y TWENTYPARK, y delante de JAP, MALLORCA, LUCKY DAY, CHABOLA, AYETE... Y al ceder ABBOT'S TRYST -por muy larga la distancia para él, después de haber conducido a buen paso desde la salida-, y el súbito apagón de FAWLEY, y el término de la probabilidad de TWENTYPARK casi allí mismo, es GITANILLO el que se emplea fuerte, y muy montado por Jiménez -el ganador, como sabemos, es un potro muy arreado- cuando toma la cuerda ya no la perderá, y sigue dando más y más, con más alarde de clase que de facultades de momento, ya que un GITANILLO bien puesto y sin haber sufrido retraso en su preparación, que hizo forzosa su ausencia en pruebas importantes anteriores, hubiera terminado mejor, con más estilo. Ya es admirable que sin estar puesto ganara por tres cuerpos el Gran Premio de Madrid. Y los 45 kilos y medio se combinaron bien y suplieron con la ayuda de la clase la que de preparación tenía que faltarle. Triunfo grato, por lo que tiene de victoria para un producto nacional, y promesa de lo que puede ser GITANILLO, que termina el Gran Premio a la cabeza de un trío compuesto de productos nacionales.
CHABOLA, buena segunda, con sus 48 kilos, entre GITANILLO y JAP. Hace honor a la voluntariedad de esta vieja yegua el que viniera a fuerza de tesón a colocarse tras el ganador, a pesar de que en la curva y en la recta su posición, como se reseña más arriba, no era muy prometedora. Pero al final, como siempre, ahí estaba ella dando todo lo que tenía. Y JAP se encargó muy honrosamente de llenar el tercer puesto, siendo así el único que se distinguía con bastante brillo de entre los cuatro ganadores. Y como fallaban MALLORCA y FAWLEY, ABBOT'S TRYST y el favorito, AYETE, había sitio para que también se distinguiera la tenaz LUCKY DAY, que corrió muy decorosamente en una distancia que todos sabemos no ser suya, y habida cuenta del bandazo que la propinara SEARCH LIGHT.
MALLORCA, deprimida por el calor, tal vez más que por el peso, no figuró, y AYETE encontró el paso demasiado incómodo para él, proporcionando su dirección general decaimiento entre sus partidarios. De todos modos, se demuestra que no se podía dar toda esa ventaja en kilos a GITANILLO por parte de los grandes, porque GITANILLO ha demostrado que casi medio puesto únicamente es un gran potro, que hace honor a la cría de Lore Toki. Y como existe un crack, ninguno de los mayores podía dar ese peso al hijo de FILARETE y de PRETEL, que deseamos vivamente ver de nuevo, ya en su debida condición.
Un Gran Premio emocionante de verdad, con el triunfo de un buen ejemplar y con una salida perfecta, dada por el comandante don José de la Lastra, y una magnífica versión radiada por parte del infatigable Quilates. Y el éxito merecido de Cavanillas, como criador, y de Letona y Luzzatti en su labor de preparación. Y una victoria más del veterano Jiménez, que es la quinta que inscribe en el historial de la prueba.
La tarde, espléndida, y la temporada cerró con un nuevo gran éxito de público.

MARCA, domingo 30 de junio de 1946

Mucho calor para este final de carreras, acusado por el público; por ello y por la subida de precios, sí que justificada, no en relación con la temporada, a la que siempre respondió, y en la que, al fin y al cabo, esta subida quizá no haya sido beneficiosa, dado que el Hipódromo, si bien repleto, no lo estaba hasta el punto de agobio como debe ser una final, prologada con un homenaje al presidente de la Sociedad, conde de la Dehesa de Velayos, al que en la noche anterior (viernes, 28), se le ofreció una cena, en la que participaron casi todos los socios, y en la que tuvo lugar una lucida poule de apuestas, llegando a la suma de 48.000 pesetas (aproximadamente). Buena noche la víspera del Gran Premio, en la que estuvieron presentes los jugadores que componen el equipo argentino de polo (uno de los dos mejores del mundo. suman 39 goles, si se quiere).
En resumen: completo, sin apreturas cuando comenzó el Gran Premio, con dieciséis caballos haciendo el paseillo.
Una espléndida salida, remarcadamente buena, dada a los dieciséis por el señor Lastra (gran juez de salida), y un pelotón que, galopando, emociona al público, ávido en la primera vuelta de conseguir ver a su favorito.
Capitanea ABBOT'S TRYST, y su demoledor tranco es seguido por GITANILLO, que está encima, en tanto que FAWLEY y JAP no pierden el contacto, en un pelotón en el que todos, excepto USHAS, están cerca; A la altura de los 200 metros todos están en carrera; pero de ellos se destaca GITANILLO, que, resistiendo el tren de ABBOT'S TRYST, le supera y surge de la linea (fielmente guardada por todos), distanciandose en plan de vencedor hacia la meta. De entre todos, asimismo, y en su seguimiento, salen disparados JAP, FAWLEY y CHABOLA, todos a látigo, con ventaja para la hija de BOBI, que en el soberbio final a que nos tiene acostumbrados, pasa, domina y, por poco, llega algo tarde, contentándose con un segundo puesto (estimadísimo), recompensa a su magnífica y honrada actuación en este Gran Premio.
De los demás, ya hablaremos. JAP (bien), FAWLEY (bien en sus posibilidades con la monta que llevó) TWENTYPARK daba muchos kilos, así como MALLORCA, y algo de fracaso en AYETE, que no pudo dar sobre 2.500 metros cuatro kilos y medio a GITANILLO, batido por él, pero no esta vez.
Hay que hacer notar que los tres primeros puestos, fueron ocupados por nacionales, y FILARETE con PRETEL, BOBI y PILOLA, y DARK JAPAN con COUTUME, acreditan una producción, por delante, incluyendo al hoy no ganador, pero siempre recordado DARK JAPAN (AYETE), de todo lo importado, sobre todo cuando lo que se importa no son: RECHERCHE o BREHON LAW.
En resumen; un Gran Premio que, teniendo toda la incertidumbre de la que hubimos de hablar días pasados, se resolvío, esta vez, de una manera natural, simpático y, en parte, lógico, dada la ascensional forma de la Yeguada Militar, la clase de sus elementos, la preparación y el peso en que, precisamente por su mala suerte de principio de temporada, tenía que llevar GITANILLO, en soberbia actuación, última de entrenamiento.
El general Sandoval, jefe de la Cría Caballar, recibió de manos del presidente de la Sociedad, conde de la Dehesa de Velayos, un soberbio trofeo, y en dicha entrega estuvieron presentes el criador del ganador, teniente coronel José María Cavanillas, jefe de Lore Toki, y el comandante Luzzatti, segundo jefe de preparación, lamentando todos la ausencia del coronel Emilio López de Letona, preparador de la cuadra Yeguada Militar, que actualmente está en Lisboa al frente del equipo hípico español. Un gran éxito de la Yeguada Militar así como de los que denodadamente y con sacrificio, con ella luchan deportivamente. (RUBAN)

YA, domingo 30 de junio de 1946

GITANILLO (por FILARETE y PRETEL), de la Yeguada Militar, ganó ayer, con 45 kilos y medio, el Gran Premio de Madrid en forma brillante, bajo la monta sabia y enérgica del veterano Jiménez, batiendo por tres cuerpos a CHABOLA (Beguiristain), de Santa Coloma-Guaqui, y siendo tercero JAP (A. Díez), de Elena S. de Márquez. Fue cuarto LUCKY DAY (C. Díez), de la Yeguada de Quintos; quinto FAWLEY (N. Fernández); sexto MALLORCA (Leforestier); séptimo, ABBOT'S TRYST (Romera); octavo AYETE (Méndez); noveno TWENTYPARK (Perelli); décimo FOWEY (Chavarrías); undécimo VERBAL MESSAGE (Hilario); duodécimo SEARCH LIGHT (Molero); décimotercero, MO CEAD CEANN (Guzmán, aprendiz); décimocuarto URDIÑ BAITA (Moltó); décimoquinto, FANDANGUILLO (Domingo), y décimosexto y último, USHAS (P. Gómez). Tiempo en los 2.500 metros: 2 minutos 40 segundos y 4/5. El ganador, preparado por el coronel Emilio López de Letona, con la colaboración del comandante Luzzatti, y criado en la Yeguada Militar de Lore Toki por el teniente coronel don José María Cavanillas.
El ganador (cuadra) se pagó a 34,50; las gemelas, a 318, y la doble con WALKING OVER, a 120,50. Los tres primeros en la carrera, nacidos y criados en España.
En el paddock dijérase observar cierta tristeza en algunos caballos... Terminaba para algunos el esfuerzo de la temporada, al tiempo que surgía a lo suyo la condición de GITANILLO, sobre cuya cabeza castaña revoloteó un instante, como un acento, una mariposa color de limón... GITANILLO venía a recuperar una condición a ponerse en forma, cuando algunos tenían que ir descendiendo o perdiendo la suya. Y por si fuera poco, había una notable diferencia de ventaja en kilos, otorgada por los más viejos y, entre ellos, por los mejores. No iban luego a poder darle ese peso, ni MALLORCA, ni ABBOT'S TRYST, ni JAP... Y en cuanto a AYETE, se iba a dar la sorpresa de una carrera oscura por su parte y sin excusa después de sus actuaciones en el Nacional y en el Villamejor.
La cosa fue que tras el paso de ABBOT'S TRYST, que lo sostuvo hasta la curva, y el bandazo de SEARCH LIGHT a LUCKY DAY, y la pugna de FAWLEY, que acusaba el esfuerzo contra un campo que era el mejor y más numeroso con que se podía encontrar en la actualidad, cuando GITANILLO vino fuerte ya habían fallado rotundamente los dos grandes favoritos de la carrera: MALLORCA y AYETE. la primera sintió el peso y el calor. Y AYETE no había de ofrecer el menor asomo de peligrosidad. Y aquí tenemos que ninguno de los dos grandes favoritos logra ni siquiera una colocación. La cosa venía un poco en bandeja para GITANILLO por el peso, porque como es buen potro, bien criado, e iba a ser bien montado y, por añadidura, fallaban los grandes, su espléndido galope resultó irresistible para los que podían oponerle alguna lucha seria. Y estos eran únicamente CHABOLA, yegua vieja, que vino con tesón a quitarle el segundo a JAP por cuerpo y medio, sosteniendo así en alto el pabellón de los viejos. Y con un GITANILLO que es bueno y que recupera su forma, ahora se ve que se le podía dar la ventaja en peso que recibía y que era inevitable por las condiciones de la carrera. JAP corrió muy bien.
La salida del Gran Premio, dada por el comandante don José de la Lastra, fue sencillamente impecable y merece los más justos elogios. (LASARTE)

INFORMACIONES, lunes 1 de julio de 1946

El Gran Premio de Madrid es la carrera más antigua de todo el calendario hípico español y, naturalmente, la más clásica, hasta el punto de que aún los no aficionados se interesan por ella. Su institución data del año 1919, habiendo sido modificada su dotación hasta la cantidad actual de 70.000 pesetas, cifra únicamente rebasada el año de su fundación por la de 100.000 pesetas. Este año, el número de participantes ha sido el mayor registrado en esta prueba, siendo 16 los caballos inscritos. En su palmarés figuran la mayoría de los cracks que han corrido en nuestras pistas: NOUVEL AN, RUBAN, COLINDRES, JÁTIVA, ATLÁNTIDA, BOBI, HEBECOURT, CAMPRODÓN, RECHERCHE y ANDRÓMEDA, la triunfadora del pasado año.
En esta su XXIII edición, las preferencias se repartían entre dos de los inscritos, MALLORCA y AYETE, que por sus actuaciones anteriores tenían que estar forzosamente en la llegada. Pero está visto que en carreras de caballos no se puede estar seguro de nada, porque ayer estos dos productos se encargaron de echar por tierra los razonamientos de los que creemos que son los entendidos. La noche anterior, durante la cena que se celebró en honor del presidente de la Sociedad de Fomento, señor conde de Velayos, se procedió a la rifa y subasta de los caballos participantes en la carrera, siendo estos dos caballos los que se cotizaron a mayor precio, precisamente entre la cátedra. Equivocación rotunda.
No se puede decir que ganó el peso más bajo de la carrera, aunque el programa lo diga así, porque Jiménez, jinete del ganador, no pudo montarle en los 43 kilos que le correspondían por las condiciones de la prueba; lo hizo en 45 y medio kilos, por lo que llevaba más peso que USHAS y VERBAL MESSAGE.
Después de la mejor salida del año -la podemos calificar de tal, pues no se puede mejorar la dada por el señor Lastra a los dieciséis caballos inscritos- intentó tomar el mando GITANILLO, pero no pudo resistir el veloz galope de ABBOT'S TRYST, que a los doscientos metros ya marchaba en primera posición, lugar que no perdió hasta la entrada de la recta final. FANDANGUILLO y GITANILLO, ambos de la Yeguada Militar, escoltaron al de la Yeguada de San Jorge durante todo el recorrido. FAWLEY y JAP van muy cerca. En los puestos de atrás del grueso pelotón, MALLORCA y AYETE. Cuando enfilaron la recta final, se destacó el hijo de FILARETE, enérgicamente montado por Victoriano Jiménez, para acercarse victorioso al poste de llegada entre las aclamaciones de los aficionados que presenciaban entusiasmados el gran galope. Mientras tanto, a sus espaldas, se desencadenaba una fuerte lucha entre JAP (Alvaro Díez), LUCKY DAY (Carlos Díez) y CHABOLA (Beguiristain) que se resolvió en favor de ésta última por cuerpo y medio de ventaja sobre el de Márquez, quien a su vez sacaba una cabeza a LUCKY DAY. En resumen, una lucha emocionante para las colocaciones. Es de destacar que los primeros clasificados son productos nacidos y criados en España, demostrando una vez más su superioridad sobre los productos últimamente importados. Nuestra más cariñosa enhorabuena al teniente coronel Cavanillas, jefe de la Yeguada Militar y al comandante Luzzatti, encargado de la preparación del ganador, por tan brillante victoria.

MADRID, domingo 30 de junio de 1946

En la tarde del sábado. aprovechando la festividad del día, se celebró la última reunión de la presente temporada. Se disputó la prueba más importante del calendario nacional: el Gran Premio de Madrid, dotado este año con 70.000 pesetas y con la inscripción de dieciséis participantes, que le hacían mucho más interesante. Fracasaron rotundamente los dos favoritos de la carrera: MALLORCA, de la duquesa de Valencia, y AYETE, de la Yeguada Figueroa. El vencedor fué GITANILLO, de la Yeguada Militar. Es de destacar la gran carrera de JAP, que siempre estuvo en carrera y que en los últimos metros perdió el segundo puesto por el tenaz ataque de la de Santa Coloma-Guaqui, CHABOLA, que, como de costumbre, atacó en los momentos finales. La eterna colocada LUCKY DAY cerraba su gran actuación del año con este cuarto puesto. (J. B.)

EL ALCÁZAR, lunes 1 de julio de 1946

Contaban los colores de la cuadra militar entre los favoritos de la prueba cumbre del año. Contaban, sí, pero no con demasiada convicción por parte de los expertos. La mayoría de esas convicciones se pusieron a las patas de AYETE y de MALLORCA, justamente dos de los que no estarían en carrera en ningún momento. Queda dicho, por lo tanto, que el resultado de este Gran Premio, si no procede encasillarlo entre los atómicos, tuvo bastante de inesperado. Especialmente por el deslucido papel desempeñado por los dos nombres que hemos señalado, nombres que lograron -y ese fué su único mérito la tarde del sábado- resucitar aquellas pugnas que se daban en la Castellana de rivalidades y de intereses encontrados, con independencia de la taquilla de apuestas. Ahora había, entre otros, dos bandos: ayetistas y mallorquistas.
Tal vez se nos tache de impresionables o de que exorbitamos uno solo de los episodios del desarrollo de la prueba; pero creemos fundamental la referencia al galope de ABBOT'S TRYST, que demolió muchas cosas sobre la pista de La Zarzuela y explica otras tantas. Al intento inicial de la Yeguada Militar de marcar el tren, inmediatamente después de darse una de las largadas más perfectas que recordamos, se opuso la acción del caballo de la Yeguada San Jorge. Y, el paso se hizo muy severo, teniendo que gastarse allí, con mayor o menor entusiasmo de los jinetes, una parte de las facultades y de la probabilidad que se tenían. El conductor no cedería hasta la última fase del recorrido, pero a aquellas alturas se habían mellado, entre otras, las posibilidades de AYETE y de MALLORCA. Aquél, porque la dureza del paso frustró el ataque que le hubiese permitido enjugar los cuerpos que le separaban de vanguardia. MALLORCA, porque no pudo soportar las condiciones de plomo que la correspondían. Y -¡un vistazo objetivo a los caballos clasificados en los primeros puestos, señores!- los 45,500 kilos de GITANILLO, los 48 de CHABOLA, los 55 de JAP y los 50 de LUCKY DAY se imponían decisivamente en la recta final. Un expresivo ejemplo del influjo del peso en las carreras de caballos. Y de los efectos del galope de ABBOT'S TRYST. ¿Fué éste el clásico perro del hortelano? Lo indudable es que él hizo su carrera hasta donde el plomo y, sus alientos, se lo permitieron. Pero ¿a quiénes benefició principalmente?
Cuando al servicio de cualquier actividad se ponen en esta vida los factores necesarios para el éxito, factores de la voluntad y técnicos, el éxito termina por producirse. Es lo que ha ocurrido con la Yeguada Militar, cuyos desvelos por la cría del pura sangre no deben pasar desapercibidos para nadie, por mucho que atraigan la atención los negociados de apuestas.
Con el Gran Premio llegó la compensación para la Yeguada Militar. La compensación de esa adversidad que pesó sobre la cuadra durante más de media temporada. Sin embargo, que a sus pupilos venían a la forma era algo evidente en las últimas reuniones. Hubo un dato capital con el que no contábamos: el peso que daría Victoriano en la báscula. Nosotros pensamos en los 48 o en los 47 kilos, y el veterano pesó 45,500 kilos. La víspera de la carrera escribíamos: ¡Ah si GITANILLO saliera con esos 43 kilos...! No fué así, mas el sacrificio hecho por su jinete le permitía llevar al potro un peso muy favorable para su clase.
Conste, no obstante, que con lo anterior no pretendemos justificarnos. Porque para eso teníamos que haber visto correr a AYETE y a MALLORCA de forma muy distinta de como lo hicieron. Y la verdad es que porque GITANILLO corriese soberbiamente ello no impedía que los grandes favoritos lo hicieran también.
Grande también fué la compensación de Victoriano Jiménez. Parecía algo así como si, al conjuro de su peso de tantas campañas triunfales, le hubiese vuelto toda la confianza. Y con ella, Victoriano no tiene que envidiar a nadie. Por cierto que sobre este particular no somos nosotros precisamente quienes tenemos que rectificar.
Siempre espléndidamente situado, GITANILLO vino a ganar por los palos en un rush que se perfiló irresistible a poco de abordar la última recta. Ni la soberbia actuación de JAP, desplazado al final por la voluntariosa CHABOLA, también digna del elogio, ni la meritoria actuación de LUCKY DAY, ni el galope de FAWLEY, con el que debieron recordar que no todo consistía en no encerrarse, nada, en fin, impidió los tres cuerpos con los que GITANILLO consumaba el gran desquite de sus colores, el de su magnífico jinete y el de los preparadores de una cuadra con la que se tuvo la virtud de no descorazonarse en la espera.
Se dirá -cuando se falla siempre se alega algo- que los importados tienen que dispensar plomo a los productos nacidos y criados en España. Pero ésas son condiciones de nuestras carreras y ya se conocen de antemano. Conociéndolas, no faltaron quienes se acercaron a nosotros repetidas veces para decirnos: Estás ofuscado; en la duda, por los importados, Quilates. En la duda, por los importados. Acaba de terminar la temporada de primavera, y en los dos contrastes máximos entre nacionales e importados, AYETE se paseó en el Villamejor y ahora en el Gran Premio de Madrid: los tres primeros puestos han sido copados por productos que nacieron y se criaron en España. Y alguno de los importados iba en óptimas condiciones, pero... ¿En la duda, por los importados? ¡Bueno!
Nunca le faltan a uno las almas caritativas ni los amigos. Sobre todo cuando nos equivocamos. Y así no nos extrañaron ciertas preguntas, que nosotros contestamos, poco más o menos, del modo siguiente:
-Y ahora, ¿qué va usted a decir de AYETE?
-Que es un excelente producto nacional.
-¿A pesar de todo?
-A pesar de todo no, a pesar de este revés; pero mire usted, aunque no volviese a hacer nada en su vida de carreras, yo diría lo mismo.
-Eso es pasión.
-No señor; es consecuencia.
-¿Consecuencia de que ha estado octavo en el Gran Premio, donde no figuró nunca?
-Consecuencia de éstas pequeñeces, que es una lástima que usted olvide: invicto a dos años, segundo en la Poule sin estar en forma y ganador en el Gran Premio Nacional y en el de los Tres Años con toda autoridad.
-Acaba de producirse el fracaso del potro y ya lo ha olvidado, Quilates
-Al contrario, lo recuerdo todo. Reflexivamente, que es la única forma que yo veo para enjuiciar y hacer crítica. Y entre ese todo recuerdo que en el Gran Premio de los Tres Años, un tal GITANILLO no estuvo siquiera en la llegada. Antes del mes triunfa en la prueba más importante del año. Son las circunstancias, la forma y, en fin, que esto no son ciencias exactas. Lo que hace falta para ser un crack es tener clase. Yo no me olvidé de nada y usted, ¿qué comentario hizo el día que el ganador del Gran Premio escoltaba a muchos cuerpos de distancia a AYETE? ¿Que iba a vencer el día de San Pedro?
Pero nuestro amigo no dijo nada. (QUILATES)

MARCA SEMANARIO GRAFICO, martes 2 de julio de 1946

Ha pasado la gran carrera, ha terminado una temporada, feliz por todos los conceptos, en la que la Sociedad se permitió el lujo de ofrecer, un poco a la ventura, un programa muy por encima de las 700.000 pesetas, a repartir entre los sufridos propietarios, y el sábado llegamos a la carrera cumbre de la temporada, al gran handicap que es para todos el Gran Premio de Madrid, ganado doce veces por un tres años, desde 1919 a la fecha, habida cuenta de veintitrés representaciones, y es que un buen tres años, en forma, con la diferencia de peso por edad, mejorada por la no obtención de recargos, es, siempre que sea algo, un posible ganador.
Así ha sucedido esta vez, y aunque toda la afición veía esto, pero adjudicándoselo con sobrado motivo al gran AYETE, viene otro tres años, GITANILLO, que recibe del de Figueroa cuatro kilos y medio, a imponerse al lote en forma que no dejaba lugar a dudas. Con los 45 kilos, aunque no eran los 43, la cosa le debía ser fácil, y así sucedió; ocurrió lo que se esperaba y lo que en definitiva ninguno queríamos ver, aunque estimo lo vieron todos.
En nuestro número del sábado 29 de junio decíamos, hablando del hipotético handicap de esta carrera, que FAWLEY, AYETE y GITANILLO tenían cuatro kilos en mano para ganar.
Confesamos que no apreciamos en su debido mérito los que CHABOLA y JAP tenían para ganar, confundidos por los muchos que los viejos TWENTYPARK, MALLORCA y ABBOT'S TRYST tenían y por las dificultades de encajar la nueva generación con todos sus méritos, dentro de la de veteranos.
Nota destacada fué la gran carrera de CHABOLA, a la que dedicamos párrafo aparte por sus merecimientos y a su buena y contundente actuación del año. Un éxito de la de Santa Coloma-Guaqui, que enaltece a la producción nacional.
Asimismo, la carrera de JAP es muy buena y confirma la del Corpa, en donde estuvo detrás y por muy poco de MALLORCA; esta vez se ha tomado cumplido desquite de la hija de PAPPAGENO, y hace obtener otro triunfo a la cría nacional ocupando un buen tercero, cerca de CHABOLA y por delante de la voluntariosa LUCKY DAY, que, como siempre, dió todo lo que tenía, y que hizo muy bien en correr su probabilidad en el Gran premio, en vez de irse a la seguridad de un handicap. Y es que la buena yegua de Quintos ha tenido desgracia esta temporada; pero aun con ella, ha demostrado sus condiciones.
FAWLEY corrió bien, algo excesivamente batido, aunque cerca del grupo de cabeza. Por su peso e indiscutible clase, debió estar más cerca del ganador.
MALLORCA decepcionó, pues era, con AYETE, la que tenía las preferencias de la afición; quizá exceso de plomo o mala colocación durante la carrera impidiera el que viniese al final con su punta de velocidad a luchar con los de vanguardia, y es que a casi todos los jinetes de la prueba de les escapó GITANILLO, y con muchos kilos no se pueden hacer, al final, ni soñar con un triunfo.
ABBOT'S TRYST, que impuso un buen tren, -la prueba es que el tiempo del ganador, 2 m. 40 s. 4/5, es muy bueno-, al final encontraba larga la distancia mientras AYETE era batido por la edad y, en definitiva, por un GITANILLO en magistral condición y forma.
De todos modos, la carrera de AYETE no creemos sea absolutamente exacta.
En resumen: un bonito Gran Premio, y sobre todo interesante; un gran triunfo de la producción nacional, y en particular de la Yeguada Militar, y la más perfecta organización por parte de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, que animó el interés de la carrera entre sus socios, que pudieron participar en la Poule con la subasta de boletos y probabilidades. En ésta, MALLORCA llegó a pesetas 9.200; AYETE, a 7.000; FAWLEY, a 4.300; GITANILLO, a 2.800 pesetas, entre los que más se cotizaron. La probabilidad de GITANILLO fué adquirida por los buenos aficionados señores Arjona y Muro, que vieron recompensada su vista con 28.500 pesetas (aproximadamente) para ambos.
Ni que decir tiene las enhorabuenas que tanto Cavanillas como Luzzatti (ausente Letona) recibieron. También de celebró mucho y se felicitó al conde de Guaqui por la magnífica actuación de CHABOLA, verdaderamente espléndida. (RUBAN)

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